Park Minjoon es el CEO de una prestigiosa marca de ropa, cuando su enfermedad avanza, se ve obligado a decidir cuál de sus nietos será el heredero.
Park Jongseong, hombre perfecto que podría manejar la empresa sin problemas.
O Park Sunghoon, quien e...
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El ambiente espectante en la casa estaba comenzando a poner ansioso a Sunghoon también, Jake había llegado unas horas antes para la cena de Navidad, y su corazón aún latía con nerviosismo.
Desde que había sorprendido a Sunghoon con su nuevo cambio de color de cabello, había experimentado una oleada de confianza, alimentada por la reacción tan hermosa y halagadora viniendo del heredero.
Cuando Sunghoon vio su cabello, sus ojos se iluminaron con asombro y admiración. — ¡Eres el chico más atractivo que he visto! ―, había exclamado, y las palabras resonaban en la mente de Jake como un dulce eco.
Después de ese momento íntimo, compartieron una breve pero apasionada sesión de besos, que tuvieron que interrumpir a regañadientes para terminar de arreglarse para la cena. A pesar de la interrupción, la chispa de conexión entre ellos seguía ardiendo, alimentada por la anticipación del tiempo que pasarían aún más juntos durante la celebración navideña.
Jake se miró en el espejo mientras ajustaba su atuendo, sintiendo una mezcla de estrés y emoción palpitar en su pecho.
Finalmente, con un suspiro de anticipación, Jake bajó las escaleras de la habitación y se dirigió hacia el comedor, donde Sunghoon lo esperaba con una sonrisa radiente mientras balanzeaba dos copas de vino en sus manos.
Sus ojos se encontraron, y en ese momento, todo lo demás parecía desvanecerse mientras se sumergían en el brillo cálido y reconfortante del amor compartido en esa propiedad.
Sunghoon le ofreció una de las copas con un gesto suave, y Jake la aceptó con una sonrisa de agradecimiento.
―Gracias, Sunghoon―, dijo Jake, sus ojos brillando con aprecio mientras tomaba la copa entre sus dedos. ―Lo necesitaba.
Sunghoon asintió con una sonrisa encantadora. ―Solo quería asegurarme de que estuviéramos listos para brindar antes de irnos―, explicó con ternura.
Jake asintió, sintiéndose querido por la atención y el cuidado de Sunghoon. Se tomó un momento antes de hablar, sus pensamientos cargados de preocupación. Se pasó una mano por el cabello, nervioso, antes de dirigirse a Sunghoon. ―Estoy un poco nervioso por conocer a tu familia esta noche.
Sunghoon levantó la mirada de su copa, notando la tensión en la expresión de Jake. Dejó la copa sobre la mesa y se acercó a él, poniéndole una mano reconfortante en el brazo.
― ¿Nervioso? ¿Por qué?
Soltó un suspiro, mirando fijamente su copa mientras hablaba. ―Bueno, es la primera vez que pasaré tanto tiempo con ellos, y quiero causar una buena impresión. Quiero que me valoren, ¿sabes?
Sunghoon observó a Jake con ternura, comprendiendo sus preocupaciones. Con un gesto suave, levantó la barbilla de Jake con un dedo, obligándolo a mirarlo. ―Jake, entiendo tu preocupación, pero no tienes por qué estar nervioso. Estoy seguro de que verán lo increíble que eres, saben que tu posición aquí es igual de importante que la del resto.
