Ray y Cony

8 0 0
                                    


Emma repitió el nombre que escuchó de Ray.

_¿Cony?

Norman se tensó un y la miró a la cara esperanzado.

_¿Recuerdas algo?

Emma miró hacia abajo y repitió el nombre en su cabeza. Sintió algo al oír el nombre, pero no se le ocurrió nada claro. Al igual que sus sueños, se sentía como una niebla que desaparecía cuando intentaba alcanzarla. Emma negó lentamente con la cabeza. 

_No , pero...

Emma miró a los niños a su alrededor y murmuró con tristeza.

_Es una niña que ya no está ¿verdad?

Emma adivinó después de escuchar las palabras de Ray.
Norman guardó silencio y Ray mantuvo la cabeza gacha.
Tal vez fuera lo mejor que ella olvidara la última vez que vio a Cony.

_Conny era una niña muy amable, ¿sabes?

Don rompió el silencio.
Luego continuó con una sonrisa, tal vez en un intento de sacudirse la atmósfera pesada. 

_Le encantaba su peluche llamado Little Bunny, nunca se apartaba de él.

_Jugaba mucho con Little Bunny.

_¡Sí!

Los niños empezaron a hablar de la niña que no logró llegar asta este mundo.

_Ella estaba en nuestra habitación.

Sintiéndose nostálgica, Anna sonrió. Emma levantó la voz.

_¿Oh? ¿Estamos en habitaciones separadas?

_Sí.

Emma se señaló a sí misma y preguntó.

_¿Yo? ¿Estaba contigo, Anna?

_No, estabas en otra habitación. ¿Sabes qué? Cuando trasladaron a Cony de la habitación de mamá a la habitación de los niños, te enfadaste porqué no le tocó estar en la tuya.

_Veo...

Emma sonrió.

(Debe ser divertido tener una vida en la que se despertara con compañeros de cuarto. Podrían armar un escándalo por la mañana y darse las buenas noches antes de acostarse.

_Pero cuando Conny se mudó de habitación, lloró por la noche.

Anna sonrió gentilmente y recordó el pasado. 
Emma imaginó una niña llamada Conny.
Aunque era una niña que no conocía, cuando Emma se imaginó a una niña pequeña sosteniendo su peluche, se sintió extrañamente cálida.

.....

_¡Oye, mamá dijo que Conny dormirá arriba con nosotros a partir de esta noche!

Después de cenar, Emma entró corriendo al comedor con una escoba en la mano. Norman y Gilda, que también estaban haciendo la limpieza, se volvieron ante su voz.

_¿Wow en serio?

El rostro de Gilda sonrió ante la noticia. Norman también asintió.

_Cierto... Cony tiene ahora tres años, ¿no?

Por lo general, traían a sus nuevos hermanos cuando tenían un año. Dormían un tiempo en las cunas dentro de la habitación de mamá hasta cumplir los tres años. Luego, eran trasladados a la habitación de los niños en el segundo piso donde dormían junto a sus hermanos mayores.

_¡Sería genial si le tocara nuestra habitación!

Gilda se rió y le respondió a Emma.

_¡Sí, verdad!

THE PROMISED NEVERLAND novels Y Extras(EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now