THE PROMISED NEVERLAND novels Y Extras(EN EDICIÓN)

La Lista De Leslie Y La Noche Estrellada

A través de los árboles, ella podía ver la casa ardiendo.
Iluminado por las llamas, el humo se elevó hacia el cielo. El enorme incendio que envolvía la casa iluminaba el bosque oscuro de un rojo brillante.
Isabella acariciaba las cabezas de los niños, que habían caído dormidos apoyados en su regazo. Hasta hace unos momentos, habían estado llorando, pero ahora estaban en silencio, excepto por el sonido de su respiración pacífica mientras dormían.

Una canción escapó de sus labios, su voz ronca.
Isabella cantaba una canción familiar en voz baja para sí misma, como una canción de cuna. Su hermosa voz resonaba en la quietud, mezclándose con el sonido de las llamas consumiendo el edificio.
Uno de los soportes se derrumbó con un fuerte chirrido.
Isabella observaba cómo la casa se quemaba lentamente, cantando todo el tiempo.
En su mente, esta Casa, donde había criado a Emma y a los demás, se superponía con la de la Planta donde había pasado su propia infancia. Isabella bajó los ojos y miró a los niños que dormían pacíficamente, apoyados en su regazo, con lágrimas aún en las mejillas.
Los niños, durmiendo en feliz ignorancia.
Isabella miró a uno del grupo, un niño con el pelo negro corto.

_Phil...

Estaba segura de que él entendía lo que sus hermanos mayores habían logrado esa noche, aunque no sabía cuánto sería capaz de comprender un niño de sólo 4 años. Ella continuó mirando su rostro angelical.

_Yo...

¿Qué había sentido ella cuando descubrió la verdad?
Se sorprendió al darse cuenta de que habían pasado casi 20 años desde entonces. Cuando era una niña que vivía en la casa en completa ignorancia, igual que Emma y los demás.
El lugar que siempre había creído que era un orfanato feliz era en realidad una planta para criar niños como alimento para "demonios".
Las pruebas diarias eran para producir "cerebros" de mayor calidad.
La Mama a la que había amado estaba del lado de los demonios, la cuidadora de niños destinados a ser comidos.
La razón por la que no se les permitía ir más allá del bosque era porque allí estaban las paredes que los aprisionaban.
Y los hermanos que ella pensaba que habían sido llevados por familias de acogida habían sido todos asesinados.
Los rostros de todos los hermanos con los que había jugado y reído cuando era niña aparecieron en su mente. Todavía recordaba claramente los nombres y los rostros de cada uno de ellos, así como todas las cosas que se habían dicho mutuamente. El hermano pequeño que lloraba y se quejaba todas las mañanas porque no podía atarse los cordones de los zapatos. La hermana pequeña que siempre quería su atención.
Y Leslie.
Ese nombre, asociado con la canción que había estado cantando hasta ese momento, siempre estaba en el corazón de Isabella, imposible de olvidar.

_Leslie.

Con voz baja, igual que cuando estaba cantando, Isabella pronunció su nombre en la oscuridad de la noche.
Los recuerdos que le habían venido a la mente mientras estaba de pie en el muro, como si estuvieran siendo mostrados por un proyector roto.
Isabella hizo una mueca.

(Supongo que es porque nunca lo había pensado hasta ahora...)

El pasado que había encerrado hace veinte años regresó con fuerza.
Esa noche, había despedido a Leslie con una brillante sonrisa, solo para descubrir la verdad sobre la casa cuando ya era demasiado tarde.
Aún recordaba vívidamente la desesperación que había sentido mientras estaba de pie sobre el muro, hace tanto tiempo.
Hacía frío, como esta noche, y estaba nevando. Un abismo negro azabache se extendía más allá de la pared, tragándose los copos de nieve blancos que caían delicadamente.
La pequeña Isabella no podía entender las implicaciones del paisaje ante sus ojos. ¿Qué es esto...? Se suponía que el mundo exterior, donde vivía Leslie, estaba más allá de la pared.

_Isabella...

Isabella miró hacia atrás, aturdida, hacia la voz que había resonado en el silencio. Mama la había llamado desde abajo de la pared, y estaba sonriendo.
Y luego le dijo la verdad sobre el mundo.
Que fueron criados para ser comidos.
Que no había mundo para los humanos afuera.
Que él estaba muerto, cuando se suponía que había ido con sus padres adoptivos.
Después de eso, una tormenta de furia y desesperación se desató dentro de la niña. Odiaba a Mama y a quienes controlaban la granja. Se juró a sí misma que escaparía, pase lo que pase.
Pero por mucho que sus emociones violentas la pudieran influir, la niña era lo suficientemente inteligente como para entender que, independientemente de los métodos que usara, sería imposible escapar de allí.
A los 12 años, Isabella eligió el camino de convertirse en cuidadora.

Pero...
Los pensamientos de Isabella se desviaron hacia las cuerdas que ondeaban, brillantes contra la oscuridad, y los niños más allá de ellas.
Emma y los demás habían llegado al otro lado del muro.
Habían llegado "afuera" de este mundo cerrado.
Habían logrado la escapada que ella había abandonado ese día.
El aire invernal congelado acariciaba la mejilla de Isabella. Su rostro había perdido la expresión severa que tenía cuando, en su papel de Mama, perseguía a Emma y a los demás, ahora tenía una sonrisa maternal.
El viento trajo el olor a humo. Isabella cubrió a los niños con una manta para que no les cayeran cenizas.
Después de una fuerte ráfaga de viento, fragmentos quemados de papel comenzaron a caer como nieve, y uno aterrizó justo al lado de Isabella.
Lo recogió despreocupadamente, el trozo de papel, que estaba chamuscado en los bordes.

_Oh...

Los ojos de Isabella se abrieron de par en par al ver las líneas de una escritura familiar. Los sentimientos que brotaron en su interior se mezclaron con la canción que había estado cantando.

(¿Por qué ahora?)

Pensó. Nunca había abierto ese cuaderno, todo este tiempo.

_Leslie...

Pronunció su nombre como si fuera una oración.
Escrito en el papel estaba una lista especial...