DIARIO DE TUCKER

11 3 0
                                    

Me siento culpable, siento que absorbí las vidas de Ignacio e Isabel, que les robé su juventud, que les robé una vida normal, y que por cuidarme a mí no se cuidaron ellos mismos.

A Ignacio muchos empresarios lo buscaron después de que mis padres murieron. Mi corazón se quebró cuando lo vi empacando, pensé que me dejaría. La verdad es que Ignacio empacaba para mudarse de su cuarto (que estaba apartado de mi casa) a la habitación que está a mi lado. Lo vi entrar con esa maleta, subir las escaleras y decirme: "SEREMOS VECINOS TUCKER". Corrí a abrazarlo y él me abrazó más fuerte, en ese tiempo era demasiado pequeño para entender que Ignacio era joven y que no merecía perder sus mejores años de vida cuidando de mí. Le robé su vida.

Isabel también empacó sus maletas, me dio un beso en la frente y me pidió perdón. Le llamaron de New York para darle trabajo en un reconocido hotel. Sin mamá, Isabel sentía que su misión había terminado. Me dio un abrazo y, antes de que el sol se ocultara, se fue.

A las 2:00 a. m. escuché unos sollozos, alguien lloraba en un volumen muy bajito, me levanté. Era Isabel sentada en una silla afuera de mi habitación, lloraba desconsoladamente, quiso irse, pero antes de tomar el vuelo algo no le permitió marcharse. Salí limpiándome los ojos e inmediatamente me abrazo. Yo recibí su abrazo, la dejé llorar. Dijo que la culpa la asechó, que nadie conocía mejor mi alimentación que ella, que existían tantas malas trabajadoras domésticas que no se perdonaría saber que alguna se topara conmigo y me maltratase.

Isabel tuvo parejas, que dejó ir, las parejas son lo menos, lo que no puedo perdonarme es que Isabel tuvo embarazo que perdió por mi culpa, en mi primer intento de morir el susto le pegó tan fuerte que tuvo una hemorragia. Todo fue mi culpa.

Ella no me culpa, me dice que gracias a mí ha tenido un trabajo estable y un buen sueldo con el cual su familia ha salido de apuros. Pero eso no paga lo que ella ha hecho por mí.

Nunca les pagaría a estos dos con nada, me dieron el amor, la atención y todo lo que pude necesitar.

UN BUEN DÍA PARA MORIRWhere stories live. Discover now