CAPITULO 1

98 31 22
                                    

Tucker Latimore se quería morir, no había ninguna duda de eso porque cuando cumplió trece años se enteró de que la muerte no solo puede llegar de manera natural, sino que el mismo ser humano es capaz de provocarla si la desea. En los tiempos en los que Tucker comenzó a luchar por morir el suicidio era un tema atroz, un tema que se tocaba con toda la delicadeza del mundo lejos de los niños... las personas que intentaban suicidarse en vez de recibir la atención psicológica que requerían eran despreciados y llamados cobardes, a Tucker no le importaba que le llamaran cobarde él solo se quería morir.

Fueron muchas las veces en las que las sogas, sustancias químicas, navajas y otros objetos se convirtieron en sus cómplices para darle paso a la otra vida, pero por alguna razón no funcionaba, casi siempre había algo o alguien que se atravesaba en sus planes y le impedía morir. Era como si el destino le trajera coraje y lo obligase a vivir a la fuerza, como si hubiese alguna razón para que los próximos días siguiera respirando... es que si había muchas razones para seguir viviendo y ese 28 de agosto iba a conocer una de esas tantas razones.

UN BUEN DÍA PARA MORIRWhere stories live. Discover now