CAPITULO 7

22 7 3
                                    

Para empezar quiero confirmarles que París Trovato si es una mala persona, es envidioso, posesivo e hipócrita. Es de esos hipócritas que actúan tan bien que su maldad pasa desapercibida. París podría llorar frente a nosotros sin sentir ni un poco de lo que hace creer.

Se sirve de un vino costoso que Tucker le regaló en su cumpleaños número veinte y se ríe. Esta mañana su amigo le mandó un mensaje de texto afirmándole que su estancia en la tierra está por terminar. Por supuesto que París, como hipócrita profesional, le rogó con un mensaje pidiéndole que piense las cosas, pero las palabras de París de querer ver a su amigo con vida nada tienen que ver con sus sentimientos. A París le encantaría que ese deseo de Tucker por morir se hiciera realidad de una vez por todas.

Tucker y París se hicieron socios al cumplir la mayoría de edad tratando de seguir los pasos de sus padres; en un principio todo estaba bien. Cerraban tratos juntos e hicieron crecer las empresas de una forma increíble, los problemas comenzaron cuando París notó que Tucker era quien más ganancias generaba y que muy a pesar de sus tendencias suicidas y carácter fuerte solía tener mejores relaciones con importantes inversionistas mismas que ni París con todo y su sonrisa hipócrita lograba.

Se deja caer en su sofá y bebe ese vino, no deja de reír pensando en que por fin Tucker le dejará el camino libre. La envidia es malísima, nos ciega al grado de hacer cosas que no queremos.

UN BUEN DÍA PARA MORIRWhere stories live. Discover now