Solo Conocidos. (C.M)

20

—Mira este. —se lo enseñé en la video llamada

—¡Ese! —me dijo— No puedo creer que te hayas comprado cinco vestidos porque no te decidías.

—Te regalaré dos. —le dije y ella aceptó emocionada—¿El rojo?

—Sí.

—¿Segura?

—¡Que sí!

Me lo puse y acomodé todo perfectamente, era de esos vestidos que se entallaban a tu cintura y se amoldaban a tu figura, tenía piedras blancas y era hermoso.

—Es que te queda divino.

—Bien, adiós Sam, te quiero.

—¡Y yo! —me lanzó un beso y colgó

Me terminé de retocar el maquillaje y bajé cuando el recepcionista me llamó, acomodé mi cartera y salí.

Llegué a la puerta y observé el auto último modelo y quizá costaba una fortuna.

—Sube. —me dijo

Entré en el asiento copiloto y noté su mirada sobre mi.

—¿Qué? —le dije

—Nada. —desvío el rostro ocultando una sonrisa vacilona

Tomé mi teléfono y saludé a mis padres y abuelos, lo guardé y también miré a Christopher, llevaban un traje negro con vino tinto, probablemente hecho a la medida.

—¿Nunca había visto un tipo tan guapo, señorita Beltrán?

—Sí, en Latinoamérica se ven muchos. —murmuré

—Ya.

—Ya. —rodé los ojos

Encendí un cigarro y abrí la ventana botando el humo.

—¿Para que tengo que ir contigo? —le pregunté

—Tu hermano le ha hablado a Sara mucho de ti. —me dijo

—¿Y quién es Sara?

—Ya la conocerás.

—Tengo que terminar antes de las diez, le dije que tenía algo por hacer.

—Ah.

Señal de que no le importaba en lo más mínimo, aparcó el auto y salimos, entramos al restaurante y me llevó a lo q parecía ser una zona VIP.

—Hola, Christopher. —lo saludó el castaño de esta tarde

—Ella es Julinha.

—Con que tú eres la famosa Julinha. —me dijo con una gran sonrisa— Soy Patrick y ella es mi esposa Alexandra.

—Un placer. —les sonreí

Nos sentamos los cuatro y Patrick hablaba con Christopher, me sorprendía que lograra sacarle conversación.

—¿Tienes pareja? —me preguntó Patrick

—No. —le respondí

—Tengo un amigo perfecto para ti. —dijo sacándome una sonrisa

—Christopher, viniste… qué agradable sorpresa. —una mujer mayor pero bella se acercó

—Ella es Julinha.

—¡Oh! ¡Eres más hermosa de lo que he oído! Soy Sara Harts, la madre de Christopher. —se presentó dulcemente

—Julinha Beltrán, ¿Es usted la dueña del restaurante?

—Sí, cariño.

Aquí era donde me había invitado Parker, qué coincidencia.

—Siéntense que ya mismo les traen algo. —se marchó

—Demasiado agradable para ser su madre, coronel. —lo miré

—Bueno, tu hermano es demasiado superior para ser tu hermano y aquí estamos.

Desvíe la mirada un tanto incómoda, seguí observando el lugar hasta dar con una cabellera negra.

—No lo puedo creer. —susurré— ¿Me citaste aquí para que cubra tu aventura con Rachel? —le dije a Christopher mientras Alexa y Patrick estaban en la barra

—No sé de qué hablas.

—Eres un puto infiel, desde que lo conozco no ha hecho sí no darme mala impresiones.

—Ahora pregúntame cuánto me importa.

—¡Ridículo! —me levanté bruscamente tomando mi bolso

Él se puso de pie agarrando mi brazo con fuerza.

—No tengo ni la menor idea de qué hace ella aquí, pero más te vale comportarte o te haré la vida imposible.

—Pobre estúpido. —me solté yéndome hacia la salida

Me detuve abruptamente cuando casi me chocó con Sabrina. Ay no, esto no puede ir a peor.