轻狂
Qing kuang
Reckless
Sinopsis:
El capitán de baloncesto, Huo Ran, aparentemente conocido por su mal temperamento y el rumoreado rey de las peleas, Kou Chen, se habían enfrentado en la cancha de baloncesto, pero, inesperadamente, ambos quedaron e...
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—¡Qué rápida reacción! —El chico alto volvió a saltar, cortando el camino de Huo Ran cuando este estaba a punto de encestar por la izquierda.
Huo Ran siguió rebotando el balón, pasándolo de una mano a otra entre sus piernas.
¡Pásamela!
Kou Chen estaba observando desde un costado. Cuando estaba a punto de hablar, Huo Ran de repente tomó acción. Con la mano derecha, enganchó el balón desde debajo del brazo izquierdo del tipo alto, la lanzó por detrás de él y la envió en diagonal hacia la canasta desde abajo.
—Maldita sea —el hombre alto retrocedió y extendió el brazo para intentar bloquear el balón, pero no lo logró. Se dio la vuelta y vio cómo el balón entraba en la canasta: —¿Es este el antiguo movimiento de la escuela secundaria Fuzhong?
—¿Qué sucede? —Huo Ran sonrió.
—Jiang Chen también realizó ese movimiento, ¿tenías un capitán llamada Liu o algo así que también jugaba así? —dijo el hombre alto: —¿Es esta la técnica secreta de los capitanes de baloncesto de tu escuela para golpear perros?
—No lo sé —dijo Huo Ran con una sonrisa: —Quizás solo he visto un par de videos de los juegos de Jiang Cheng.
Cuando un grupo de personas comenzaron a calentar y hacer unos lanzamientos por debajo de la canasta, Kou Chen se acercó a Huo Ran y le preguntó en voz baja: —Tengo una pregunta.
—¿Mm? —Huo Ran se quitó el abrigo.
—¿Jiang Cheng se transfirió a otra escuela? —dijo Kou Chen.
—Sí —Huo Ran asintió.
—¿Y qué pasó con Liu? —Preguntó Kou Chen.
—Liu estaba en la clase de Zhou Haichao —dijo Huo Ran: —Pero luego se fue con su familia.
—¿y tú? —Kou Chen lo miró.
—¿Qué yo qué? —Huo Ran también lo miró.
—Todos los capitanes se van antes de graduarse. Maldita sea... ¿es acaso esta una maldición? —Kou Chen frunció el ceño: —¿y tú? ¿tienes planes de transferirte a otra escuela o ir al extranjero?
Huo Ran se quedó atónito y luego no podía dejar de reír: —Eres muy bueno especulando. Sácate la ropa rápidamente.
—¿Qué quieres hacerme? —Kou Chen se cruzó de brazos sobre su pecho.
—¿No piensas jugar...? —dijo Huo ran, de repente deteniéndose a mitad de sus palabras y mirando sus manos. Después de un rato, volvió a hablar: —¿Qué haces? ¡Sácatelo! Esta noche te voy a enseñar lo bueno que soy, tu tío Huo.
