Bizarre love triangle: Blas x Pipe x Juani

946 82 65
                                    

Sólo podían escucharse las respiraciones agitadas de los dos en la totalidad de la noche, en la oscuridad mas fiera.
Ninguno decia nada porque no tenian mucho que decir, estaban fumando marihuana y viendo como el humo subía hasta el techo y lo bañaba para después desaparecer.

Pipe tenía los ojos encendidos y achinados, le gustaba no pensar, no pensar era mejor, mucho mejor, porque cuando lo hacía sentia una desesperación tal que no se soportaba ni él mismo.

Necesitaba hablar, de todas formas, necesitaba sacarse del pecho ese secreto, necesitaba vomitar el deseo y arrancarselo así del cuerpo, no podía más y ya no sabía que hacer.

—yo...— empezó a decir, pero decidió callar, era mucho, era demasiado, incluso para su amigo, quien siempre habia sido su mejor amigo y no solía ocultarle nada.

—vos...— dijo Juani, expectante, hacia rato lo notaba asi, raro, no es que le importara tanto tampoco, solo quería tener un momento de paz, y si para eso Felipe necesitaba decirle algo pues él escucharía.

—no aguanto más

—te estás dejando comer la cabeza, eso pasa

Él lo miró ¿Como podia leerle la mente de esa forma?

—¿de que hablas?

— de que sos débil, Pipe, sos débil, tenés que darle al cuerpo lo que el cuerpo pide y nada más

—eso ya lo hago, pero el cuerpo me pide más, cada vez es más

—no es el cuerpo lo que te pide más, es tu cabeza, es tu corazón

— ¿y que hago? me tengo que matar

Juani abrió la boca burlona, pero entonces también se abrió la puerta del sótano y por las escaleras bajó él, enojado, porque no habia sido invitado una vez más.

—¿porque fuman solos? yo existo también— dijo enojado, viendo a sus roomies tirados en el viejo y polvoriento sofá.

Juani lo miró sin importancia, pero Pipe le clavó la mirada en las piernas.
Delgadas, suaves, peludas, cargando un pantalón muy muy corto color azul con tres rayas blancas de lado.
Se le marcaba el bulto y a Pipe se le hacia agua la boca, queria comerselo.

Sin importarle no haber recibido invitación, Blas caminó hasta ellos y se sentó justo en medio, apoyando una pierna en cada uno, robandole el cigarrillo a Felipe quien ahora le miraba el pecho al descubierto, blanco y sin pelo, suave y lindo, perfecto.

Llevó el cilindro hasta sus labios y le dio una larga calada, reteniendo el humo adentro de su boca, cerrando los ojos, disfrutando la sensación.

Juani también lo miraba, le parecía un pendejo de mierda, un nene malcriado, pero hermoso y calentón como Pipe.
Como Pipe y como él mismo.

Estiró una de sus manos con facilidad y la metió por dentro del short de Blas, por una de sus piernas y no paró de deslizarla hasta llegar a su verga, que ya estaba dura.

—¿que me tocas, Juan? ¿no ves que Pipe se pone celoso?— preguntó burlón, abriendo más las piernas para que Juani pueda tocarlo a su gusto.

Pipe miraba la escena y si, estaba terriblemente celoso, los odiaba a los dos.

—vos también podes tocarme, ya lo sabes— le dijo, mirandolo a los ojos por primera vez, mientras seguía fumando.

Pipe bajó la mirada, no queria hacer eso, no más, no podía.

Pero tampoco podía decirle que no, le había arruinado la cabeza hacía mucho tiempo.

Hizo lo mismo, metiendo su mano dentro del short de Blas, por la pierna que le correspondía.

Un puñado de papel con palabras Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz