Good times: Francisco x Pipe

784 79 19
                                    

Fran y yo no estabamos ni cerca de ser una pareja perfecta, solíamos discutir más de lo que nos gustaría pero aprendimos a entendernos mutuamente, darnos el lugar que merecemos y seguir trabajando juntos para crecer a la par.
porque de eso se trata el amor ¿no? de seguir construyendolo día a día.

Hoy era un día especial para nosotros, cumpliamos cinco años de relación y como lo supuse (aunque quise ignorar) él no iba a llevar para la cena que me costó mucho trabajo preparar.

—¿estás seguro que no podes escaparte una hora antes? -volví a insistir jugando con el cable del teléfono, escuché un suspiro de su parte y eso ya me dijo todo

—me encantaría estar con vos, Pipe, pero ya sabemos cómo son acá...

—podría hablar con tu supervisor

—dudo que me dejen ir antes por este dia, amor, no tengo ese beneficio

—supongo que vino para uno y a la cama -no quería molestarme con él ya que no tenía la culpa pero mi desilución hablaba por mi

—mañana es mi dia libre ¿te gustaría que salgamos a cenar? mi bebé elige el lugar

así era Francisco, trataba de buscar cualquier tipo de solución para mantenerme contento pero esta vez no lo pudo lograr

—veremos -respondi —tengo que colgar, se me va a gratinar el queso de la lasagna y ya sabes que odio cuando el queso queda crocante -escuché su risa

—está bien mi amor, nos vemos cuando llegue a casa ¿si?

—está bien, suerte en tu trabajo

—te amo

—yo también-colgué el teléfono sin esperar su respuesta

miré la carne desde el cristal del horno y resoplé

—de nada sirvió estar cocinando desde la tarde... -serví un poco de vino en la copa especial que había preparado y me fui a la sala para mirar un documental

Susy, la gata que compartía con Fran, vino lentamente desde la habitación hacia el sillón para quedarse dormida a mi lado

—al menos estamos juntos ¿eh?-como era de esperarse ella no respondió

con mi amargura aumentada a un 100% apagué la televisión y me dirigí a bañarme, solía ducharme muchas veces al día cuando no me sentía bien y esta noche no fue excepción.

ya bañado y en pijama (ya que tampoco iba a tener sexo) me dirigi a la habitación preparado para descansar y dar por finalizado mi día especial fallido.

encendí las luces de la gran habitación topandome con la cama perfectamente ordenada aunque algo inusual llamó mi atención; yo no había colocado ese juego de sabanas esta semana.
me acerqué a ella y pude notar una pequeña notita reposada en mi almohada, la tomé y sonreí al reconocer su letra.

“¿cómo no vamos a festejar?"

—¿en donde estás? -pregunté en voz alta

—frío -escuché a lo lejos

—¿hace cuanto que estás escondido en la pieza?

—se puede decir que me tomé el día libre

—¿estoy cerca?

—tan cerca como susy cuando dejas un zapato en el piso

—¿y ahora? -dije parado afuera del placard, que era el lugar más obvio para esconderse

—puede ser...

—sos muy malo para esto -abrí ambas puertas encontrandome con Fran

—¡hey! ¿no te enseñaron a tocar?

—¿estuviste metido en el closet todo el día?

—si lo ves detalladamente es una buena metafora

le extendí la mano para ayudarlo a salir, él la tomó con gusto y tiró de mi para juntar nuestros labios en un pequeño beso

—¿te asusté? -preguntó sin borrar la sonrisa burlona de su cara

—¿estuve toda la noche triste y preguntas esa pelotudez? sos un imbecil de mierda cuando querés

—ay ¿mi chiquito pensó que no iba a festejar nuestro aniversario junto a él?

hice un puchero con mis labios y lo empujé, me sentía triste y muy molesto por esa broma de mal gusto.

—veni acá -volvió a tirar de mi y me abrazó —no me perdería este día por nada en el mundo ¿escuchaste? así se caiga el cielo a pedazos yo voy a estar con mi amorcito festejando nuestro día especial

—si pero...-volví a golpearlo, él solo reía

—¿vamos a comer?

—¡la comida!

estaba tan hundido en mi angustia que había dejado el horno encendido durante horas.

el resultado de esto era una carne carbonizada acompañada de una lasagna hecha una piedra.

—ya pido delivery -dijo él descolgando el telefono —¿una de muzza?

—y una coca -respondí avergonzado, él revolvió mi cabello

la velada perfecta había desaparecido para dar lugar a un plan simple como comer pizzas y ver una pelicula acurrucados en el sillón, tal como nos gustaba a nosotros.

Un puñado de papel con palabras Where stories live. Discover now