CAPÍTULO 25

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YURA

Desde el momento en que miré a Viviana volver a aparecer en esta fiesta, algo me decía que las cosas no iban bien. ¿Porque se torturaría tanto si no supiera la verdad? Estoy al pendiente en todo momento de Chiara.

—Tienes que unirte a mi —le digo a Annabelle.

—¿Qué ganó yo? —pregunta desinteresada y eso no me gusta.

—Poder —ella sonríe y da un sorbo a su trago.

—Poder —repite asintiendo —ya tengo poder y apoyare a la que tiene más.

—Esa respuesta me gusta —le sonrío.

Veo que en la pista han comenzado a bailar y noto que Chiara está bailando con Viviana, tan juntas, tan sincronizadas como si fueran una. Aprieto mi copa con fuerza y termino rompiéndola, Annabelle se sorprende y toma mi mano quitando los restos de cristales.

—Ven —me jala hacia otro lado —tienes que curar eso.

—Espera —me volteo, pero la canción ya cambio y ellas siguen ahí bailando.

No puedo simplemente armar una escena cuando estoy buscando alianza con estos idiotas que parecen besarle los pies a Chiara, así que necesito que me vean con ella.

Annabelle me ayuda con la herida, al aplicarme el alcohol no tiene remordimientos y me vacía el bote en la mano, pero no me causa nada más que placer y ella lo nota porque sonríe.

—Eres buena en esto —dice pasando las gasas.

—Soy buena en muchas cosas —digo apartando uno de sus mechones.

—Seguro que Chiara aprecia eso —el que mencione eso me enfurece.

—Debería —digo frunciendo el ceño. —pero he tenido que tomarla por la fuerza.

—Difícil —dice con una sonrisa.

—Algo.

—Ya está —suelta mi mano y luego se lava —¿deberíamos volver? —noto algo de nerviosismo en ella.

—Si, no me gusta dejar a mi pequeña sola por mucho tiempo.

Al volver, veo que siguen bailando, aunque la mujer que viste como Chiara, no se parece en nada a ella, sonrío al ver a Alessandra susurrando algo con uno de mis hombres.

¿En serio piensan jugar conmigo?

Las dejo por un momento mientras veo las rutas de escape, salgo por un momento y muevo mi auto hasta el lugar más conveniente. Si intentan algo, no van a atraparme tan fácilmente.

Cuando Chiara y Viviana aparecen y montan todo su show, es cuando veo que tendré que dejar a mi pequeña otra vez.

—¡No te hablaba a ti! —gritó en dirección a Viviana y cambió la trayectoria de mi disparo —es a ti, pequeña.

Disparo en el pecho de Alessandra y sonrío.

—Una menos. Volveré pequeña —la suelto y salgo por la ventana corriendo hacia el auto que ya tenía listo.

Los disparos no se hacen esperar, pero cuando ellos salen, yo ya he cruzado los portones de mi casa. Conduzco a toda prisa, pero veo que hay un auto siguiéndome; el auto de Chiara. Me escabullo entre los autos de la ciudad, pero su auto es muy rápido. Me alcanzará en cualquier momento.

—Vamos, tengo que llegar al muelle —golpeó el volante con fuerza.

El auto queda a mi par y veo que baja el vidrio hasta mitad y comienza a disparar contra mi auto sin importarle que hayan autos de por medio. Puede lastimar a un niño.

HeraWhere stories live. Discover now