CAPÍTULO 23

4K 388 227
                                    


ANNETTE

Al llegar al apartamento, Viviana se encierra en su habitación, pero esta vez no deja entrar a Emma. Llamo a Jia para hablarle de la nota y aparece en la puerta veinte minutos después.

—¿Sabes a qué se refiere con lo de Grecia? —me pregunta revisando la nota.

—¿Te habías puesto faldas antes? —observo sus piernas desde la cama y me ignora.

—¿Qué ir pusieron en su sangre para que no pueda detectarlo? —comienza a moverse en la silla frente al escritorio mientras piensa en las posibilidades.

—¿Te puedo ver desnuda?

—Voy a seguir ignorándote —dice buscando algo en mi laptop.

—Las faldas te quedan muy bien, pero sin ellas —me lanza una bola de cristal que está bien n el escritorio y la esquivo.

—¿Puedes ser seria por un momento?

—Si me dejas estar entre tus piernas me concentraría, pero si sigues moviendo tus piernas así, no lo creo.

—Cállate loca... —se gira para verme —lo siento.

—Si estoy loca —sonrío —y me gusta cuando lo dices porque en verdad lo que quieres decir es mi amor.

—Debemos averiguar qué es lo qué pasa con Viviana —se levanta —y tú no me estás ayudando en nada.

—Déjame ver los estudios —ella se lo piensa un momento y luego me los da.

Reviso los análisis y entre las dos comenzamos a Armas nuestras hipótesis sobre lo que posiblemente esté pasando en el cuerpo de Viviana.

Yura es muy astuta y no sabemos qué veneno utilizo, es algo que no hemos visto antes, así que al menos necesitamos una muestra del veneno para saber sus componentes y poder contrarrestar los efectos

—Necesitamos ir a Grecia —dice Jia. —seguro encontraremos algo que pueda ayudarnos.

—¿Ya puedo quitarte la ropa? —pregunto colocando su cabello detrás de su oreja.

—Tu necesitas ayuda.

—Si, ¿me quieres revisar doctora? —me acerco a ella y se aleja, pero termina cayendo sentada en la silla.

—Sobre lo que hablamos la última vez, ¿en verdad te auto diagnosticaste?

—Me acabo de dar otro diagnóstico —abro sus piernas con mi rodilla y me apoyo con ella en la silla rozando su calidez.

—¿Loca de remate?

—Loca por ti —ella se echa a reír —¿Qué?

—Me esperaba cualquier cosa, menos algo así viniendo de ti.

—Doctora, estoy llena de sorpresas —me inclino sobre ella y acerco mis labios a los suyos —¿no te gustaría descubrir toda la maraña que se hay aquí? —me apunto a la cabeza.

—Eso ya lo descubrí —sonríe —estás realmente muy loca y necesitas que otro médico te trate.

—No necesito tratamiento —rozo mis labios y empujo mi rodilla. Ella abre su boca, pero no me detiene.

—Tengo que irme —dice cerrando sus ojos.

—¿Porqué? —pregunto.

—Mi compañera estará preguntándose dónde rayos le metí —abre sus ojos y coloca sus manos en mis brazos, pero no me empuja. —¿Porque te ríes? ¿Qué hiciste Annette?

HeraWhere stories live. Discover now