CAPÍTULO 9

4.9K 390 229
                                    


VIVIANA

Grecia, 4 años atrás.

Venir a este viaje, creí que sería algo más como un castigo por haber jugado con Chiara, pero ha sido todo lo contrario, Chiara me ha mostrado una parte suya que realmente no esperaba ver y ahora, al sentir sus labios húmedos sobre mi hombro, no me estoy cuestionando para nada si esta fue una mala idea, porque la sensación que recorre por mi cuerpo al sentir como sus labios besan mi cuello y como sus dedos rozan mi espalda, es la mejor de las sensaciones.

Me giro para quedar de frente a ella y mie corazón comienza a latir con más fuerza al ver sus hermosos ojos. Me regala unas tierna sonrisa toma mi cintura para que me acerque un poco a ella. Hago lo que me dice y ella toma mi rostro entre sus manos con mucha delicadeza. Cierra sus ojos y roza sus labios con los míos.

—¿Puedo besarte? —me pregunta y asiento. —dilo.

—Puedes —susurro.

Ella junta sus labios con los míos y no los mueve, solo los mantiene ahí, pero yo si quiero más. Ella lo nota y comienza a mover sus labios muy despacio y con suavidad. Me acerca más a ella y luego me recuesta sobre la cama sin dejar de besarme.

Ella se acomoda junto a mi sin tocar más que mi cintura mientras me besa, aunque mi cuerpo esté expuesto, ella no hace ningún movimiento más.

—Chiara —susurro y se separa un poco.

—¿Si? —pregunta acariciando mi rostro con sus dedos.

—Esto es incomodo —digo algo avergonzada.

—Está bien, no seguiré —se hace a un lado y tomo su brazo —la posición —siento como mis mejillas se acaloran y ella sonríe.

—Entiendo —dice poniéndose de pie —¿puedo terminar de quitar esto? —apunta a mi vestido y asiento.

—Tienes que decirlo si estás de acuerdo —dice entrecerrando sus ojos.

—Que está bien —digo frunciendo el ceño y a ella le divierte.

Termina de sacar mi vestido y luego toma mi mano para acomodarme mejor sobre cama, ella se coloca sobre mi y vuelve a besarme con la misma suavidad que antes.

—Voy a pasar mis manos —me avisa.

—Está bien Chiara, no tienes que narrar cada cosa —le digo sonriendo.

—Oye, tengo que estar segura de que estás cómoda —dice besando mi frente. —así que iremos despacio.

—No quiero ir despacio.

—No me importa. —dice la muy obstinada callándome con un beso.

Ella sigue besándome y me derrite la menera en que me besa. Sus manos comienzan a pasease por mi cuerpo, pasan por mis hombros bajando por mis pechos, hasta mi cintura y comienza a bajar con poco más hasta hasta mis caderas que presiona con un poco de fuerza y vuelve a subir sus manos por el mismo recorrido causando que mis pezones se pongan duras, y más aún cuando los suyos rozan mi piel.

—Ah, Chiara —abro mis ojos al notar que no lo pensé y ella se detiene para observarme.

La Cruz que lleva en el cuello está colgando muy cerca de mi rostro y cabello cae por un lado, levanto mis brazos y la atraigo a mi cuerpo presionando mis manos en su espalda al ser embriagada por su olor y la suavidad de su piel.

—¿Puedo continuar? —vuelve con sus preguntas.

—Haz lo que quieras —le digo y sonríe.

Comienza a descender dejando besos por mi cuello hasta llegar a mis tetas, se queda observándolas un momento antes de envolver mi pezon derecho con su lengua.

HeraWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu