Hera

CAPÍTULO 3

CHIARA

La siento sobre mi regazo y la presiono contra mi cuerpo, ella abre su camisa del uniforme dejándome ver sus tetas. Llevo mi boca hacia ellos y los gemidos se hacen presente, tapo su boca con mi mano, pero es imposible callarla, está muy desesperada. Meto mi mano bajo su falta y hago sus bragas a un lado, mis dedos pueden sentir su humedad. Deslizo mis dedos en su interior y comienzo a penetrarla con fuerza, ella se sujeta de mis hombros y comienza a mover sus caderas.

La puerta del baño se abre de golpe y sonrío al ver esos ojos entre el color ámbar y la miel, se queda estática, sus ojos se oscurecen y yo no detengo lo que hago, lo hago con más fuerza al verla a ella ahí de pie.

Su cerebro la hace razonar y parpadea varias veces antes de estrellar la puerta y salir apresurada. La chica en mis piernas se sobre salta, pero sigue sus movimientos sin importarle nada hasta que logra lo que quería. Saco mis dedos de su interior y la hago a un lado, me lavo las manos y ella insiste con q ye quiere más.

—Ahora no —digo saliendo del baño.

Voy a la carretería donde me esperan mis amigas, me siento frente a ella y puedo notar la mirada de hace un momento sobre mi, volteo en su dirección y me mira desafiante, llevo mis dedos a mi boca, y ella hace un gesto de desagrado.

—¿Que pasó? —pregunta Elena con diversión.

—Me encontró cogiendo en el baño —me encojo de hombros y Stella escupe su jugo. —Que asco.

—¿Con quien estabas? —exige saber.

—No recuerdo su nombre —digo tomando de mi jugo.

—¿Como es? —a mi mente solo vienen ese par de ojos curiosos.

—No recuerdo.

Elena me mira como si no se lo creyera, Stella se levante de inmediato, comparte una mirada con Elena y se sienta en mis piernas.

—¿Lo tienes? —le pregunta a Elena.

—¡Ay mierda! ¿Con cuantas te has acostado Chiara? —dice inclinándose sobre la mesa —porque la mitad de estas chicas quiere asesinar a Stella en este momento.

—No recuerdo —digo sujetando la cintura de Stella al ver a sus novia —¿me das un beso? —tomó su rostro y antes de que logre besarla, su novia ya tiene su mano sobre la boca de Stella.

—Vaya espectáculo el que se están montando —toma a Stella de la cintura y la lleva con ella.

—¡Suerte! —le grita Elena. —volviendo al tema, ¿te metiste con Viviana?

—¡¿Estás loca?! —la miró como si le hubiera crecido un tercer ojos en la frente.

—Es la que no aparta sus ojos de ti —dice y volteo en su dirección, pero quita su mirada.

—Es porque no me soporta, no puede con el hecho de que yo soy su... —Elena frunce el ceño y me levanto de inmediato.

Por poco y la cagas Chiara. Elena no tarda en seguirme y comienza a hacer preguntas que ignoro. Como siempre, me siento al final del salón y me quedo dormida la mitad de las clases.

—Oye Chiara —susurra Viviana en mi oído. —Despierta —puedo sentir su respiración muy cerca, me causa escalofríos. —¡Que despiertes idiota! —mi cuerpo reacciona de inmediato y me mano toma su cuello, pero al ver sus ojos la suelto de inmediato.

Veo que su amiga me mira sorprendida, pero Viviana no, a Viviana nunca le impresiona nada de lo que hago y eso me enoja aún más. Frunzo el ceño y vuelvo a tomarla del cuello estrellándola contra la pared.