Lady Birdwhistle

Capítulo 31

- ¿Cómo te sientes? – la pregunta de su madre llama la atención de la castaña quien se concentraba en leer un periódico.

- Bien. ¿Sabias que en el periódico La Lupa se habla de su presencia en Gales? – pregunta seria a su madre.

- No entiendo porque le das tantas vueltas al asunto Leia, tan solo intenta superar todo el pasado y déjalo atrás – le pide la mujer mayor mirando fijamente los ojos grises de su hija.

- No puedo hacerlo madre, no cuando ese hombre fue parte importante de mi desgracia – sus palabras salen con amargura – en un mismo año perdí al amor de mi vida, mi otra mitad y al fruto de ese amor. Lo perdí todo por una mala elección de mi circulo social.

- Pero decidiste continuar Leia, después de perder al amor de tu vida continuaste tu embarazo y a mitad de este conociste a tu esposo. Quiste que Eugene se involucrara en el embarazo como si tu bebe fuera de este, siendo que muchas veces el se mostraba incomodo con la situación – inconforme, era la palabra que quería decir la mujer – querías convertirlo en padre siendo que él recién lo había hecho. Cuando tu bebé desapareció te encaprichaste con sus hijos, tus hijos – le reclama con molestia – la búscate solo por un año...

- Ella murió, tu misma viste su cuerpo. Tú lo dijiste – le recalca la menor a su madre y la mujer no hace más que cerrar los ojos, realmente nunca estuvo segura en si fue realmente la bebé a quien encontró, aquel cuerpo ya estaba casi desintegrado, sin embargo, portaba ropita y pelo de bebé que la hacían suponer que era realmente ella.

Flashback

Llevaba meses en una búsqueda imparable intentando encontrar a su nieta, toda la familia Birdwhistle se encontraba con el mismo objetivo y simplemente no tenían ningún resultado positivo. La mirada de la mujer se enfocó en su hija, en los últimos meses la mujer no dormía ni comía nada, solo se la pasaba dormida escondida dentro del nido que había preparado durante meses para la espera de su bebé.

- Hija saldré a revisar el perímetro, ¿Quieres acompañarme? - pregunta la mujer a su hija intentando sacarla del nido a lo que solo recibe como respuesta un gruñido molesto.

El ruido de la puerta abrirse llama la atención de la mujer quien inmediatamente gira la mirada hacia ese lugar.

- Buenas tardes su alteza - saluda el hombre pelinegro con una sonrisa a la mujer, quien solo logró percibir la falsedad en la sonrisa del hombre. 

- Buenas noches Eugene - saluda la mujer por cortesía, él hombre nunca ha sido del todo su agrado por lo que solo le regala una pequeña sonrisa forzada - ¿Qué haces aquí? - pregunta seria a lo que él hombre incomodo por la penetrante mirada de la mujer solo carraspea un poco.

- Vengo a ver a Eladia - le responde incomodo mirando fijamente el nido de la mujer.

- Leia no se encuentra disponible - le dice con amargura - y no está en disposición de encontrar pareja Eugene, su lobo se encuentra indispuesto.

- Con todo respeto señora Catherine, pero Eladia es adulta y es la que debe de decidir - responde el hombre tajante al ver la postura de la mujer.

- No seas irrespetuoso con la realeza Eugene, recuerda que tu no eres nada más que un simple hechicero - lo calla la mujer con grandeza - el apellido Marthen no tiene nada de relevante y el hecho de que hayas pasado parte del embarazo con Leia no significa que tengas poder aquí, deberías de ubicarte así que si te digo que no está disponible es porque no quiero que ella tenga contacto contigo. Mejor ve con tus bastardos - lo ahuyenta con sus palabras.

Cuando quedan nuevamente sola la mujer observa por ultima vez el nido en el que se encuentra su hija antes de salir de la habitación directo al bosque. Al llegar al lugar se transforma en un enorme lobo blanco comenzando a olfatear todo a su paso hasta que un fuerte olor familiar llenó sus pulmones haciéndola caminar hacia el rio.