Lady Birdwhistle

Capítulo 16

- Buenos días – saludo sintiendo algo dentro de mí comenzando a alterarse - ¿Puedo pasar? – pregunto un poco nerviosa.

- Adelante – me contesta seria la profesora Edevane.

"¡A donde nos viniste a meter Alice!" Escucho el grito furioso de Blake haciéndome desear desaparecer. Siento que ella no deja de gruñir

- Gracias – le agradezco antes de entrar y tomar el único lugar disponible cerca de la puerta.

- Ya sin interrupciones sigamos con la clase – avisa mirándome de reojo antes de girarse al pizarrón y tomar el marcador para comenzar a escribir varias palabras.

La profesora Edevane comienza a explicar cada uno de los puntos dejando el marcador en su escritorio y comenzando a caminar entre las mesas moviendo su cuerpo a un ritmo sensual y al mismo tiempo sexy. Por primera vez en mi vida el cuerpo de una mujer llama por completo mi atención, algo completamente bizarro para una persona como yo que normalmente pongo más atención en los chicos, un escalofrío recorre mi medula espinal cuando el hecho de que esa mujer es mi profesora viene a mi mente.

No puedo evitar bajar la mirada a la madera de la mesa, no quiero seguir sintiendo y pensando que esa mujer es sensual y sexy. ¿Cómo puedo pensar eso? ¡Lo peor de todo! Esa mujer es una inmoral por involucrarse con su alumna Rávena.

Cierro los ojos recordando lo que vi, mi mente me da muchos flashes y un enojo indescriptible me invade por completo. Siento como Blake grita dentro de mi implorándome salir y sacar toda la ira que llevo dentro, pero como puedo intento resistirme a lo que ella me pide.

"¡Alice solo necesito que pienses en algo positivo para no descontrolarme!" me ruega Blake con voz desesperada y casi al borde del colapso.

Por mas que intento controlarme siento que no puedo hacerlo, pienso en mis padres, mi vida en San Francisco, en todo lo bueno que he tenido en la vida, la desesperación que me inunda por dentro comienza a calmarse un poco. Abro los ojos mirando mis manos, estoy calmada y soy yo misma.

- Profesora Edevane – la voz chillona de Rávena llamando a esa mujer me hizo fruncir el señor y provocar un gruñido de Blake por dentro – hay algo que no entendí – dice levantándose de su silla para acercarse a la profesora Edevane que se acerca al frente del aula.

- ¿Sucede algo? – pregunta con una voz casi profesional ella, si no supiera lo que sucede entre ese par la consideraría una persona recta.

- Tengo duda en un término – dice acercando su cuerpo lentamente para rozarla.

Evitando volver a descontrolarme miro mi mano, pero la fastidiosa voz de Rávena provoca que las uñas de mi mano derecha comiencen a crecer como las de un felino, como la monstruosidad en la que me convertí.

Para no descontrolarme escondo mi mano dentro de mi mochila y con la otra tomo todo lo que había sacado para guardarlo, tomar el bolso y salir del salón sin pedir permiso. Comienzo por correr sin control cuando escucho la voz de Edevane llamarme, no quiero que nadie me vea.

Busco en uno de los mapas del internado algún lugar vacío en donde me pueda refugiar en lo que todo esto pasa, nerviosa y desesperada comienzo a correr hacia el único lugar en donde me puedo esconder, mi habitación.

Intentando no ser descubierta en el camino entro al bosque tomando uno de los caminos que lleva a mi residencia, al llegar al edificio Kinda entro directamente al elevador encontrándome a un par de chicas dentro de este esperando que las puertas se cierren.

Quedé frente a ellas dándoles la espalda y mirando hacia las puertas de metal que se cerraron lentamente, levanto mi mano aun normal para tocar el botón de mi piso al tocar el metal siento la piel cálida de otra persona choca con la mía haciéndome sentir un escalofrío.