Noah, un joven de 18 años, se ve envuelto en un encuentro sexual con un Emiliano, un hombre de 36 años, en uno de los hoteles de su padre. Lo que comienza como una noche de sexo se transforma en algo más profundo cuando se reencuentran en una cena d...
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El dia que ibamos a viajar ha llegado y en este momento estaba bajando las escaleras siendo seguido por un trabajador el cual llevaba mis dos maletas. Al llegar al primer piso el trabajador salió y yo fui a la sala donde ahí se encontraba mi padre, camine hasta un sofá que estaba a su lado y me sente.
-Pa, a qué hora llegan mis abuelos.
-Noah veremos en el aeropuerto, solo falta Anna y salimos.
-Okey.
Saque mi celular y anduve viendo mis redes sociales mientras esperabamos a Anna la cual no tardó mucho en bajar, los tres juntos salimos de la casa para después caminar hasta la camioneta y salir de la propiedad rumbo al aeropuerto.
Unos minutos después llegamos y nos bajamos, los dos trabajadores que nos acompañaron bajaron todas las maletas y nos acompañaron hasta la sala de abordar dónde mis abuelos nos esperaban. Al llegar caminamos hasta donde estaban sentados los abuelos y ellos al notar que nos acercabamos se pararon y nos saludamos.
Después de saludarnos nos sentamos a esperar a que anunciarán nuestro vuelo, mientras esperábamos y abuelo estába hablando con mi padre y mi abuela estaba hablando con Anna, como toda vía faltaba tiempo decidí ir por un café al Starbucks que había en el aeropuerto por lo que tomé mi bolso y me pare.
-Papá -lo llame y este volteo a verme- Voy por un café a Starbucks, ¿Quieren algo?.
-No hijo, ve con cuidado y no te tardes mucho.
-Si pa, voy y vuelvo -Me volteo a ver a las otras tres personas que nos acompañan- ¿Alguno quiere algo?.
-No -respondio Anna y mu abuelo al unísono.
-Yo si hijo, me traes un café con leche pero sin azúcar y que este caliente por favor -Dijo mi abuela.
-Okey abuela.
Sin más salí de la sala de espera y caminé por el aeropuerto buscando la cafetería, después de caminar por un rato la encontré y como había fila me formé esperando mi turno. Cuando ya era mi turno pedí los cafés y no tardó mucho cuando me los dieron pague y me fui. Iba caminando de regreso a la sala de espera cuando a lo lejos ví a un hombre moreno y sexy que con maletas en mano se iba acercando cada vez más.
Al estar cerca voltee a los lados para comprobar que alguien que conozcamos no nos esté viendo y al comprobar que nadie que nos conocía estaba por ahí y que las personas que iban pasando no nos prestaban atención, Emiliano cortó la distancia y con cuidado de no tirar las bebidas que llevaba en las manos Emiliano paso uno de sus fuertes brazos por mi cintura y con la otra mano agarró mi mentón para después acercar mi cara a la suya y así poder alcanzar mi boca y empezó a lamerla.
Pasaba suavemente su lengua húmeda desde mi labio inferior hasta el superior, me daba pequeñas succiones y seguía lamiendo hasta mis comisuras. Sentía su aliento caliente en mi boca, su saliva también tibia que se colaba dentro, mezclándose con la mía y volviéndome loco. Necesitaba esa lengua dentro de mi boca así que lo tomé por la nuca y lo apreté en mí. Profundizar el beso
