Noah, un joven de 18 años, se ve envuelto en un encuentro sexual con un Emiliano, un hombre de 36 años, en uno de los hoteles de su padre. Lo que comienza como una noche de sexo se transforma en algo más profundo cuando se reencuentran en una cena d...
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Despertamos gracias a qué alguien estaba tocando la puerta.
-Quién es -preguntó emiliano con la voz somnolienta
-Soy Adrián le traigo su desayuno -dijo el tal Adrián detrás de la puerta
Emiliano se para de la cama a abrir la puerta dejándome ver su gran espalda, Me senté en la cama y mi vista recorrió toda la habitación la cual no pude ver en la noche la habitación era como toda la casa en colores neutros había una cama King size con una cabeza con patrón de cuadros grises, la cama era adornada con cojines grises y un gran cobertor del mismo color, había una mesa de noche de cada lado de la cama con unas pequeñas lámparas arriba de estas, una gran alfombra color gris, una gran lámpara la cual estaba a la mitad de la habitación, a un lado de la cama había dos sillones color gris y frente a estos un gran ventanal el cual daba con vista a un gran balcón.
Después de recorrer la habitación con la vista volví a prestar atención a quien nos interrumpió el sueño.
-Aquí tiene -dijo un chico con una bandeja con comida en las manos.
-Gracias Adrián -dijo Emiliano.
Después de agarrar la bandeja Emiliano camino a la cama para darme la bandeja y no pude evitar agarrar una fresa, Emiliano volvió con el tal Adrián pero está vez dejándome a la vista del chico.
-Quién es él -preguntó el tal Adrián después de recorrerme todo el cuerpo con la mirada.
-Es mi chico y trae otro desayuno por favor.
-Sí señor -dijo el chico, pude notar un poco de enojo en su voz.
Emiliano cerró la puerta y volvió a la cama sentándose a mi lado para después agarrar una fresa.
-Quién era él.
-Adrian es mi mayordomo.
-Y traerte el desayuno es parte de su trabajo o que.
-No pero, qué pasa estás celoso -dijo con una sonrisa.
-Obvio que no -dije para luego empezar a reír junto a Emiliano -Me prestas un boxer.
-Si agarra uno están en el tercer cajón.
Me pare de la cama y camine hasta el armario de Emiliano abrí el cajón indicado y saque un boxer y me lo puse, cinco minutos después volvieron a tocar la puerta.
-Pase -habló Emiliano.
La puerta se abrió pero está vez no era Adrián el que traía el desayuno era otro chico rubio.
