Parte 4

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Días después del incidente con las concubinas todo volvió a la normalidad; María dejó de intentar opacar a la reina y las damas del harem se portaban a la altura, ninguna de ellas volvió a escapar por miedo a una ejecución

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Días después del incidente con las concubinas todo volvió a la normalidad; María dejó de intentar opacar a la reina y las damas del harem se portaban a la altura, ninguna de ellas volvió a escapar por miedo a una ejecución. Lastimosamente Mireia no se salvo, fue llevada a la plaza del pueblo mientras iba bajo arresto con al menos cinco guardias reales cubriendo cada espacio y evitando que escape. El pueblo se amontonó cerca de la tarima en donde subieron a la mujer, ahí se encontraba también la guillotina; creo que no hace falta decir nada más.

Muchas mujeres del pueblo se burlaron de la ya fallecida dama, preguntándose cuál había sido su intención y llamándola tonta. Otras mujeres más bien deseaban pertenecer a los reyes; ser tomadas en cuenta ya que era un privilegio estar ahí. Solo las llamadas más hermosas eran elegidas como parte de los harenes de los soberanos, ya sea en Luminis o en cualquier otro reino. Por esa razón ninguna mujer del pueblo pudo comprender la razón de Mireia para querer huir.

El cuerpo de la joven fue puesto en la entrada del pueblo como exhibición; cualquiera que entraba o salía del reino podía verla; esperando también que las aves carroñeras bajaran del cielo para acabar con ella. Fue un triste destino para Mireia. Pero lamentablemente así tenía que ser; salvas fueron las otras dos mujeres; la menor de ellas siguió en el harem, disfrutando de toda clase de privilegios; la otra fue llevada simplemente tras las rejas del calabozo esperando cuál sería el veredicto del rey; esperando que el soberano le permita ser la dama de compañía para la segunda esposa y no condenada a la muerte.

— Mató a uno de mis hombres y todavía exige salvación para esa mujer — hablo Lorenzo a María con enojo — ¿No ve acaso la gravedad del asunto?

— Por favor, mi amado rey; ella esta arrepentida de lo que ha hecho. Fue manipulada por Mireia para acabar con el eunuco y sin embargo no fue ella que con puñal en mano hirió de muerte al hombre.

— María; no se permitirá esta clase de actos bajo el techo de mi casa — negó Lorenzo — Puedo buscar otra dama que sea digna de hacerle compañía, la joven de la que habla representa un peligro para usted así como también para mi hija Donum.

— Mi señor. Yo me haré responsable de ella; cualquier cosa que ella haga en contra de los nobles; que el castigo del cielo y el soberano caigan sobre mi.

— Esa es una petición demasiado grande y peligrosa; María, solo escuche nada más hasta donde ha llegado. ¿Está dispuesta a recibir un castigo por ella? Podría significar la muerte también — le advirtió Lorenzo.

— Lo sé; mi señor. Sin embargo no soy la única, la reina también salvó a una de ellas. Hablé con ella y me dijo que viniera a usted para que me permitiera quedármela.

Lorenzo giró su cabeza hacia el trono de al lado; donde Isabella permanecía sentada y con una expresión de sorpresa.

— ¿Es cierto eso, Isabella? — preguntó Lorenzo un tanto desconcertado.

Vestigios Nocturnos:  Vínculos DoradosWhere stories live. Discover now