Sucede que un tiempo después del entierro del rey Magnus; Lorenzo tenía que presentarse a la reunión que aquella joven había solicitado. Lorenzo ordenó a un par de hombres que lo acompañaran en el viaje; uno de ellos sería su escudero llamado Alonzo; quien además de cumplir su labor, es una compañía para el rey convirtiéndose en alguien cercano y también confiable.
— Vendrá usted conmigo, reúna también un par de guardias que sean de plena confianza, el viaje puede ser largo así que preparen también algunas provisiones — ordenó Lorenzo con serenidad, aunque también sentía ansiedad.
— Está bien mi señor. ¿Cuantos días serán estos?
— He calculado un aproximado de tres a cuatro días de ida, y tres o cuatro días también de regreso — respondió el rey — Pero... por favor; sean sabios, pueden poner provisiones extras, quizás el tiempo se extienda o se acorte, pero es mejor prevenir a lamentar.
— Comprendo mi señor. Ordenare a la servidumbre poner raciones extras entonces, tal y como el rey lo solicita.
— También elija a guardias de mi confianza, expertos en defensa y batalla, no sabemos con qué nos encontraremos una vez crucemos la frontera. — habló Lorenzo con voz pasiva — Y que se preparen también con diferentes tipos de arma.
— Entendido mi señor. Así lo haré.
— Bien, partiremos al amanecer; por favor encárguese de todo lo que he dicho. Mientras tanto, yo iré a mi trono, hay más asuntos que deben atenderse y no tengo tiempo que perder.
— Si mi señor.
Y así, Alonzo camino en dirección contraria a la de su rey, ya listo para cumplir las órdenes de su soberano. Lorenzo también se dirigió a su sala; los ancianos estarían ahí, pues aún estaban resolviendo el problema que se presentó entre el campesino y el habitante de Luminis Imperium.
— Comandante — saludó Alonzo al ver a aquel hombre — Quiero a sus mejores hombres para cumplir una misión.
— ¿Misión? — preguntó con intriga — ¿De que se trata?
— Disculpe comandante, pero eso no es asunto suyo — le respondió Alonzo con pasividad — El rey fue quien mandó a preparar todo, yo solo llevo el mensaje.
— Entiendo. — el hombre le dio la espalda y caminó hasta el balcón, Alonzo lo siguió y ambos observaron hacia el campo de entrenamiento donde todos los soldados estaban entrenando — ¿Cuando se llevara acabo esta misión?
— El día de mañana, al solo salir el sol. — informó Lorenzo — Él mando a pedir a los hombres más fuertes y experimentados que tenga Luminis Imperium; también sus mejores armas.
— Bien, veré a quienes elegir. — respondió el hombre mientras analizaba a sus soldados — Él estará seguro.
— Eso espero, comandante — dijo Alonzo. En pos de eso, Alonzo se retiró y continuó hasta encontrar a Juri. — Señora Juri, tenga usted una linda tarde.
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Vestigios Nocturnos: Vínculos Dorados
Teen FictionEn los majestuosos terrenos del "Luminis Imperium", donde la autoridad del Rey Magnus IV se extiende, florece la historia de Isabella Munoz III. Su padre, el rey, anhela un matrimonio que fortalezca la historia de su linaje. En el reino vecino de "R...