16. Mesero~

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El lugar era extravagante, con arreglos pomposos por todos lados, grandes lámparas bañadas en oro y jarrones enormes que destilaban riqueza.

Había un montón de gente yendo y viniendo por todos lados, riendo, bebiendo y comiendo como cerdos.

"Tsk."

Y allí se encontraba Levi; cargando una charola de plata demasiado pomposa para su gusto, llena de aperitivos caros mientras vestía de mesero. Sirviendo a todas aquellas personas que no hacían más que darle miradas altaneras y llenas de repudio.

Una que otra mujercita vulgar se lo comía con la mirada mientras que otras tantas lo veían con desprecio.

Sabía que tenía que pasar desapercibido; no debía llamar la atención más de lo deseado pero las ganas de estrellarle la charola de plata en la cara al imbécil que estaba coqueteando con Hanji le ganaba.

Un silbido agudo se escuchó detrás de él y pudo sentir el aura indeseable de cierto ser que prefería ignorar.

—Mesero.~— lo llamó y Levi se vio obligado a acercarse a él

—¿Qué quieres?.— dijo entre dientes mientras fruncía el ceño, a la vez que le ofrecía los aperitivos.

Kenny mostró la sonrisa más grande y socarrona que pudo, mostrando todos dientes de una manera retorcida antes de contestar.

—¿Por qué estás tan crispado, sobrino?.— deseaba tanto carcajearse en su cara pero eso llamaría demasiado la atención

Levi no respondió. Prefería evitarse una discusión por lo que decidió ignorar al viejo.

—Bueno, como sea,— al verse ignorado Kenny tuvo que seguir hablando para informar la situación —Uri cree que se encuentra en el sótano. Bajo todo este enorme castillo.

«Bien.» pensó Levi y comenzó a mezclarse más y más hasta visualizar una salida.

Caminó con cautela y se deshizo del corbatín. La charola de plata la ocultó detrás de unas macetas y se echó el cabello a un lado.

Si alguien lo encontraba por allí simplemente podría fingir ser un invitado que se ha perdido por los pasillos debido al alcohol.

Mientras avanzaba sus pasos resonaban con eco en el largo pasillo y pronto se mezclaron con los de alguien más. Pudo escuchar la voz de un hombre discutir con la voz de una mujer y pronto se llenó de hastío.

No era la voz de cualquier mujer, era la voz de SU mujer. ¡La voz de Hanji!.

La rabia lo invadió pero tuvo que tragarse los celos y esconderse detrás de un pilar para esperar la señal.

—Como le decía, señorita Zoe— el hombre hablaba con demasiada arrogancia, dirigiéndose a ella como si fueran cercanos —, he tenido algunos problemas con mi antigua mujer y por ello estoy buscando una nueva esposa, más refinada...

Levi sentía la bilis subir por la garganta. Quería salir allí y darle una paliza al tipo.

¡Pero quién se creía que era!

Y lo peor, el deseo de ahorcarlo era impropio de él. De un tiempo acá se desconocía con esos celos irracionales.

—Duque, es un honor para mí estar en la mira de tan noble hombre.— Hanji llevaba muy bien su papel como distractora, estaba serena y como si nada. El único en crisis era el gato negro crispado detrás del pilar —Pero, no sé si sea correcto, escuché por ahí que usted proviene de una familia de cambiaformas.

Hanji pudo ver cómo se le deformaba el rostro del coraje a aquel hombre debido a la mención de los cambiaformas.

—Le aseguro, señorita, que no he heredado tan aberrantes cualidades.— dijo con disgusto —De hecho, estos años he llevado una incansable lucha junto al rey para erradicar tales monstruos.

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⏰ Last updated: Mar 23 ⏰

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Gatitos LeviHan Where stories live. Discover now