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Antes de que la venda estuviera fija en su sitio, Kook vio que los dos hombres que lo devolvieron a su habitación eran los mismos que, un día antes, le habían propinado la paliza. No sabía el nombre del más alto, pero sabía por las conversaciones que había oído por casualidad que el más bajo se llamaba ChanYeol. Dos guardias. Era la escolta más pequeña desde su encarcelamiento, pero con los ojos vendados y fuertemente atado, sin mencionar agotado, no tenía manera de tomar ventaja de ello. Las restricciones no le fueron retiradas hasta que estuvo de vuelta en su habitación, encadenado del cuello.

Los hombres no salieron. ChanYeol permaneció cerca mientras el contrario cerraba la puerta dejándolos a ambos en el interior. El primer pensamiento de Kook fue que se les había ordenado que ofrecieran una repetición de la actuación previa, pero entonces notó que iban a permanecer por su propia voluntad, no bajo órdenes. «Esto podría ser peor».

Esperó.

—Así que te gusta la lucha —comentó el hombre más alto. Al percibir su tono, Kook se preparó para la posibilidad de que podría estar enfrentando otra —. ¿Cuántos hombres se necesitaron para colocarte el collar en Akielos?

—Más de dos —dijo Kook.

Eso no cayó bien. No al guardia de mayor altura, en todo caso. ChanYeol lo agarró del brazo, reteniéndolo. —Déjalo —dijo ChanYeol—. Ni siquiera se supone que estemos aquí.

ChanYeol, aunque más bajo, también era más amplio de hombros. Hubo un breve momento de resistencia, antes de que el hombre más alto dejara la habitación. ChanYeol permaneció, volcando su atención especulativa sobre Kook.

—Gracias —dijo Kook neutral.

ChanYeol le devolvió la mirada, evidentemente sopesando si hablar o no.

—No soy amigo de Govart —dijo finalmente. Kook creyó, en un principio, que "Govart" era el otro guardia, pero se enteró que no era así cuando ChanYeol agregó: —Debes tener deseos de morir para poner fuera de combate al matón favorito del Regente.

— ¿El qué del Regente? —dijo Kook, sintiendo como su estómago se hundía.

—Govart. Fue expulsado de la Guardia del Rey por ser un verdadero hijo de puta. El Regente lo mantiene a su alrededor. Ni idea de cómo el Príncipe lo subió a la palestra, pero ese haría cualquier cosa para molestar a su tío. —Luego, al ver la expresión del esclavo, añadió: — ¿Qué, no sabías quién era?

No. No lo sabía. La opinión que Kook se había formado sobre TaeHyung se volvió a acomodar, a fin de que pudiera despreciarle con mayor precisión. Aparentemente, en el caso de que ocurriera un milagro y su esclavo drogado lograra ganar la lucha en la arena, TaeHyung se había preparado un premio consuelo. Kook se había ganado, sin saberlo, un nuevo enemigo: Govart. No solo eso, sino que el haber luchado contra Govart en la arena podría tomarse directamente como un desprecio hacia el Regente. TaeHyung, que había seleccionado a su oponente con minuciosa malicia, obviamente era consciente de todo eso.

«Esto es Vere», Kook se recordó. TaeHyung podía hablar como si se hubiera criado en el suelo de un burdel, pero tenía la mente de un cortesano vereciano, acostumbrado al engaño y al juego de hipocresías. Y sus pequeñas trampas eran peligrosas para alguien como él, que estaba bajo sus garras.

A media mañana del día siguiente Jong-hyun entró, una vez más, para supervisar que Kook fuera conducido a los baños.

—Tuviste éxito en la arena, e incluso el Príncipe te pagó con una reverencia respetuosa. Eso es excelente. Y veo que no has golpeado a nadie en toda la mañana, bien hecho —elogió Jong-hyun.

Kook, mientras digería ese cumplido, dijo:

— ¿Cuál fue la droga con la que me rociaste antes de la pelea?

Cautivo "KookV"Where stories live. Discover now