Canciones, libros, películas y otras cosas sobre amor.

CAPÍTULO SEIS

La vida se siente tan monótona, pero todavía sigo esperando a sentir una emoción de amor.

People watching. Conan Gray.

Estaba terminando de cobrar un libro a una chica. Llevaba uno que recién acababa de llegar, uno muy popular en redes, llamado Nuestras noches de diciembre, era la precuela de Nuestras mañanas de marzo, en la que cuanta la historia de la mamá de la protagonista, y como siempre estuvo enamorada de su mejor amigo. La chica se veía muy emocionada, lo notaba por su semblante al tener el ejemplar en sus manos.

― ¿Estás emocionada por tu compra?

―No tienes idea de lo que lo estuve esperando.

Sonrió.

Había unos clientes tomando café y platicaban sobre cosas que no le tomé importancia.

La chica se fue y vi como una sombra atravesó por la puerta principal cuando ella se fue.

―Me encontré a Patricia en la calle, pasó por aquí en la mañana y me dijo que vio al nuevo. ¿Es cierto eso, Elyna? ―Preguntó Alberto al entrar al local. Fue lo primero que dijo, ni siquiera saludó.

―Sí, buenas tardes, Elyna. ¿Cómo estás?

―Lo siento. Pero es que este chisme es mejor. ¿De verdad ya conseguiste empleado?

―Ya estás igual que Marian.

― ¿Sí o no?

―Es cierto, ya hay un nuevo empleado. Pero ocupo de verdad a alguien que se vaya a quedar, porque probablemente él no dure.

― ¿No le ves futuro?

―La verdad no. Siento que es un empleo de verano.

―Típico de los adolescentes―Habló como si fuera un anciano. Está más cerca de la adolescencia que de una pensión.

Reí

―Habló el anciano―No quise decirle que no era un adolescente, él ya lo descubriría cuando trabajaran juntos.

― ¿Quién lo recomendó?

Vi como la pareja sentada se levantó, caminaron hacia la puerta.

―Gracias―dijeron al salir.

―Que les vaya bien―expresamos al unísono Alberto y yo.

―Es nieto de Don Gustavo―dije al retomar nuestra platica. 

―Espera es el mismo chico que vino con él ayer

―Sí

―No pensé que Don Gustavo tuviera familia. Nunca habla de ellos.

Pero yo sí sabía que tenía familia. Como fue amigo de mis padres, alguna vez escuché que le dolió mucho dejar a sus hijos en su lugar de origen. Pero era una buena oferta de trabajo, la que le habían ofrecido en el país. Así que la tomó, sus hijos ya eran mayores y estaban haciendo su vida, él era viudo y necesitaba un nuevo comienzo. Todos alguna vez en nuestra vida necesitamos un nuevo comienzo.