Alec se mordía el labio nervioso y sentía su rostro completamente enrojecido. Diablos, su padre lo había encontrado en medio de una sesión un poco más allá de besos con Magnus. Quería que lo tragara la Tierra. Raziel, ¿por qué?

Robert nunca había experimentado algo como eso. Encontrarse así a su hijo y sin duda era... incómodo. Ya había aceptado que su hijo fuera gay y estuviera saliendo con un brujo, pero una cosas era eso y otra... encontrárselo así.

—Alexander —empezó su padre—, me puedes explicar por qué estabas... así con Magnus?

Alec parpadeó sorprendido. Su padre no acababa de preguntarle eso.

—Padre... creo que es algo obvio.

Robert, que nunca se ponía nervioso con nada, se pasó la mano por el cuello en gesto nervioso.

—Bueno sí —tartamudeó—, pero... bueno...

Alec lo miraba expectante y sorprendido. Ver a su padre así... vaya.

—No sabía que venías de visita hoy —mencionó Alexander.

—Oh, sí, quería llegar de sorpresa para ver qué hacían en sus días normales...

—Oh.

—Sí.

El ambiente era tan incómodo que Alec creía que incluso se podía ver. Nunca había tenido una relación tan abierta con su padre pero desde el beso con Magnus en el Salón de los Acuerdos cuando sus padres al fin se enteraron, todo había cambiado y se habían distanciado aún más. Alec sabía que su padre no estaba de acuerdo, que quería otra cosa para su hijo, y se lo había dicho, pero últimamente ya no se hablaban.

—Hijo —empezó Robert y Alec salió de sus pensamientos—, sé que tal vez pienses que estoy disgustado contigo, y que piensas que no te acepto, pero eso no es cierto. Admito que me cuesta aún trabajo aceptarlo por completo pero también sé que es tu vida y tus decisiones, y respeto eso, y también entiende un poco que fui criado en un ambiente en donde eso no es aceptado y... Pero quiero que sepas que te amo y que no me importa a quién ames con tal de que seas feliz.

Estupefacto era poco para lo que Alec sentía. No creía que su padre que varias veces lo había rechazado, estuviera diciendo eso.

— ¿Hablas... hablas en serio? —preguntó Alec con un hilo de voz.

—Claro que sí. Y lo que pasó hace un rato... no me lo esperaba.

—Sí, bueno.

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Magnus llevaba varios minutos afuera y se empezaba a impacientar. ¿Debería irse? Lo que platicaran adentro Alec y Robert podría llevar horas.

Se enderezó para irse cuando la puerta se abrió y de ella salió Robert.

—Magnus, qué bueno que no te has ido. Pasa.

Magnus le miró cauteloso pero pasó y vio a Alec sentado en su cama con una pequeña sonrisa en su rostro. Entonces no había pasado nada malo.

Caminó hasta donde estaba Alec y se quedó quieto cuando sintió unos fríos dedos entrelazarse con los suyos. Alec le apretó su mano cariñosamente y Magnus se sorprendió porque no pensó que Alec lo hiciera enfrente de su padre pero a éste pareció no importarle.

—Sólo quería decirles a los dos —Robert explicó— que no estoy en contra de su relación como sé que pensaban, y aunque ya le dije esto a Alec, te lo digo también a ti, Magnus. Estoy bien con que hagas a mi hijo feliz, Magnus, pero si llegas a hacerle daño, tendrás no solo a mí, sino a una familia entera de cazadores de sombras entrenados que te perseguirán y harán hacerte pagar —Magnus asintió rápidamente por la seriedad de Robert pero al final éste sonrió de lado.

—No le haría daño jamás a Alexander —apuntó Magnus.

—Bien —Robert caminó hacia la puerta pero antes de irse y cerrar dijo—: oh y la próxima vez, pónganle seguro a la puerta —y se fue, cerrando con seguro.

—Vaya eso fue... —empezaba Magnus pero Alec lo jaló y Magnus cayó encima del ojiazul. Alec atacó rápidamente su boca y rodeó su cuello con sus brazos.

Magnus se separó y sonrió.

—Ansioso, ya veo.

Alec se encogió de hombros sin quitar la sonrisa que tenía en el rostro.

—Estoy muy feliz, eso es lo que pasa.

—Me alegra eso.

Alec se acercó para capturar sus labios con los de Magnus pero éste se alejó un poco y Alec hizo un mohín.

—Lo que pasó fue algo incómodo.

—Ni lo digas. Pero creo que mi relación con él va mejorando.

—Bueno, ahora él puso el seguro... nadie nos interrumpirá... —susurró Magnus en los labios de Alec.

—Entonces hay que aprovecharlo, ¿no?

Magnus hizo un "aja" antes de que Alec volviera a besarlo y todos sus pensamientos volaran. 

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Capítulo dedicado a: LucyTrinti por su increíble idea :D Ojalá te haya gustado jeje :3 

Ella me dio varias ideas que están muy geniales. Voy a intercalar, subiré algunas de mis ideas y las restantes de ella :3 

Oh y si alguien lee mi historia "A Malec story" ya subí el último capítulo pero aún falta el epílogo :3 

Y aún sigo feliz porque en EUA ya es legal que la comunidad LGBT+ contraiga matrimonio en todos sus 50 estados :'D !!!

En México en algunos estados es posible, según tengo entendido.

Malec ya se puede casar en donde quieran (': <3

Y aunque algunos piensen que la lucha ya terminó aún falta mucho... pero esto es algo muy grande :'3

#lovewins 

Pequeñas historias MALECDonde viven las historias. Descúbrelo ahora