Las pruebas de la muerte [Código 025#] [MO]

Capítulo 5: El valor del tiempo.

¿Había sido buena idea salir de aquel sitio? No lo sabía, ni la decencia tenía de llamarlo hogar, la incomodidad me rodeaba, más cuando mis ojos se encontraron con las calles luminosas de Ic'nes donde la extravagancia gritaba desde todos los sitios posibles. El arrepentimiento me golpeaba por tomar aquella decisión, mis ansias de salir de ahí crecían, pero no podía al encontrarse Oic lejos de mis opciones, mis piernas no iban a aguantar tantos kilómetros de caminata, era una locura.

Mis ojos no sabían donde mirar, mis oídos escuchaban diversos sonidos que generaban un gran dolor de cabeza, se erizaba mi piel al sentirme expuesta en un lugar donde las miradas juzgaban de forma discreta a la vez que llamaban la atención con sus dispositivos. Todo estaba siendo grabado en directo, todo estaba vigilado, no había ni un solo sitio donde la mente pudiera descansar ni un segundo. Las cámaras, sin querer, me apuntaban.

«Debo irme de aquí», pensé apurada mientras daba pasos inciertos por las calles luminosas donde cada pisada dejaba atrás una nota musical, un sonido más en la ciudad donde todo era exageración, donde todos mostraban una apariencia que fuera única para que los demás los siguieran como si fueran los más especiales. Seres que deseaban ser venerados y admirados como si fueran reyes.

¿Quería mi madre vivir aquí? Era lo que me preguntaba mientras mis pasos tomaban más firmeza y buscaba alguna calle que me transmitiera paz, algo que me recordara a Oic. Nunca me había sentido tan angustiada y que a su vez valorara lo bonito que era el lugar donde vivía. Ic'nes era un sitio donde solo los obsesionados por la fama vivían allí junto a los miles de comodidades que había.

Y no niego que las comodidades eran en parte geniales, solucionaban algunos problemas que podía haber en el día a día, pero a su vez sentía que me alejaba de todo lo que era humano, de todo lo que alguna vez pude presenciar gracias a mi padre, mi profesor y algunos videos ocultos en lo más profundo de internet.

Ic'nes era la ciudad donde uno se podía aislar de la realidad, crearse su propia burbuja con aquellos que seguían sus modas. Cabellos peinados de una forma exagerada donde el cabello parecían decir una letra dicha en otro idioma o pintados de diversos colores que en cualquier momento podría incendiarse ante tantos químicos puestos. Vestimentas que gritaban por atención, llamativos junto a diversos símbolos que muchos eran el logo personal de sus canales que tenían en internet, alguna coletilla incluso, una frase tan ridícula que por ello se les conocía.

Pero, ¿eso les importaba a los otros? Dependía porque la competencia existía, eran como lobos hambrientos por la fama donde el odio era visto en los ojos, donde analizaban a sus nuevos enemigos para poder saber que estrategias tomar. Al menos era lo que veía en esos ojos que fingían felicidad, que fingían ser amables.

—¡Oye chica! ¡Cuidado por donde vas!

No me había fijado por donde iba y casi impactaba contra uno de esos sujetos que sujetaba su móvil mientras se movía sin importarle nada. Mis ojos observaron al sujeto por unos segundos, dispuesta a disculparme.

—Un momento, tú me suenas de algo.

Pero mis palabras fueron tragas por el temor, por las intenciones que se vieron reflejadas en los ojos del deseo.

—Creo que se equivo...

—¡Ah ya recuerdo! Eres Nilia, la chica que nunca sube vídeos, pero que siempre tiene esa cifra de seguidores —recordó el sujeto. No podía identificar si era hombre o mujer—. ¡Mirad mis pequeñines! ¡Me he encontrado con una leyenda oculta!

¿Leyenda oculta? Aquello se me hacía estúpido de escuchar, ¿porqué era algo así? No era más que una chica que se hartaba de las actitudes de los demás, que se intentaran aprovechar de mi de alguna manera. No comprendía sus palabras, pero a la vez veía como los números subían al ser grabada por aquel sujeto que sonreía y me agarraba de un lado como si fuera su compañera de toda la vida.