Acto 1: Pasos hacia una realidad dolorosa.

84 15 108
                                    

Lo he visto todo y he llorado hasta que vi una luz oscura rodearme. No le tuve miedo, más bien tuve curiosidad y entré a las puertas del final. Seguí, pues sabía que no había otra opción más que avanzar.

 Seguí, pues sabía que no había otra opción más que avanzar

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

—¡Venga, Nilia! ¡Ya tienes que estar lista!

¿Qué es esto? Es lo que siempre me he preguntado mientras miraba a mi madre. Me sonreía, estaba muy arreglada, su cabello lleno de laca parecía que iba a incendiarse si se quedaba muy cerca del fuego, pero aun así podría mantenerse por el empeño que le mete en mantenerse hermosa. Claramente lo hacía para ella, no por nada me esta grabando mientras le pregunta a sus seguidores si está perfecta.

Miro la cámara por un momento, siento que con mis ojos soy capaz de eliminar cualquier objeto, aunque sé que eso es imposible, por ello observo a otro lado, en mi casa. Grande, espaciosa y con muchísimas habitaciones, era normal porque éramos seis en casa, mis tres hermanas, mi padre, mi madre y yo. Los colores eran principalmente blancos, todo muy ordenado, menos la habitación de grabación que cuando entrabas cerrabas la puerta porque eso parecía ser la selva con sus colores que parecían gritarme a la cara.

Mi madre, Andra, decía que tenía su habitación bien organizada, supongo que su concepto de organización es muy distinto al mío porque es muy normal ver papeles enganchados en el techo. Según dice, es para poder inspirarse, pero en verdad es para retos estúpidos que hacen que los números de su cuello aumenten. Tiene diez mil quinientos seguidores. Enhorabuena.

—¡Nilia! ¿Qué son esas pintas de vagabundo? ¡Eres perteneciente a la ciudad Oic, no a la En'rec!

—Ya, mamá, pero recuerda que voy a las clases del profesor Miles y sabes que debo ir con ropa un poco desgastada para evitar problemas.

—Pero si tu atraes el caos, ¿o te tengo que recordar lo que le hiciste a mi anterior móvil?

—Y lo volvería hacer —susurré mientras ajustaba mi chaqueta azul. 

Desgastada, un poco agujereada, ¿se creerían los civiles de aquella ciudad que era uno más como ellos? No lo sabía, pero me parecía arriesgado que el profesor tuviera la idea de crear una escuela ahí.

—Bueno, al menos despídete de tus fans, ¿no?

Miré de reojo a mi madre con una ceja arqueada, un rostro impasible mientras veía el móvil de mi madre apuntándome directamente. ¿Qué pensarían los demás de mi al ver este rostro? Lo más probable es que pensarían que soy un asco de persona, que no merezco la fama que los números de mis ojos indican. Diez mil setecientos cincuenta y siete, más que mi madre, y parece que voy a tener más por tener una fama que causa interés en aquellos rebeldes o porque estoy en boca de todos.

—Adiós, mamá —me despedí, abriendo la puerta de mi casa mientras ponía mis auriculares.

—¡Pero dile adiós a ellos también!

—No son nada para mi, no son ni mi familia.

No supe bien si lo dije en alto o no, cuando me puse los auriculares, dejé que la música inundara mi cabeza y caminara hacia el único camino seguro hacia En'rec. Era una rutina que tomé desde que quise conocer algo más distinto, quería saber más aparte de las clases super interesantes y para nada estafadoras sobre como conseguir fama en cuestión de horas. Caer ahí era ser un poco corto de mente, que por desgracia abundaba en mi planeta.

Cerré la puerta de golpe, respirando profundamente, poniéndome la capucha de mi chaqueta azul, me aseguré de tenerlo todo en orden y que mis pintas no fueran tan escandalosas, que dieran el pego de simular alguien que pertenece a esa ciudad. Observé los bolsillos de mi chaqueta, dos bolígrafos, mi teléfono y mi cartera. No me traje hojas, tampoco es que me importara porque podía pedirle a mis dos únicos amigos.

Lista, marché de casa, yendo a un paso ligero hacia uno de los pocos sitios donde podía sentirme libre sin que una cámara me apuntara y buscara robarme el alma. Un sitio donde no veía a muñecos moverse por las desesperantes ganas de ser famoso, porque los números lo eran todo, tanto para tener dinero como para seguir viviendo.

 Un sitio donde no veía a muñecos moverse por las desesperantes ganas de ser famoso, porque los números lo eran todo, tanto para tener dinero como para seguir viviendo

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

ÍNDICE PRIMERA PARTE

Capítulo 1: Vida.
Capítulo 2: Muerte,
Capítulo 3: Fama.
Capítulo 4: Ic'nes.
Capítulo 5: El valor del tiempo.
Capítulo 6: Grises.

Capítulo 7: Horas contadas
Capítulo 8: En'rec.
Capítulo 9: Realidad cegada.
Capítulo 10: Inseparables.
Capítulo 11: Conversaciones a media tarde.
Capítulo 12: Anuncio.
Capítulo 13: Una oportunidad.

Actualización los martes y jueves.


Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.
Las pruebas de la muerte [Código 025#] [MO]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ