Capítulo 12: Necesidades

1.6K 560 21
                                    

Los dos sonrieron animados y Elizabeth acomodó su melena de rizos negros largos y mi hermano se acercó a ella y le dio un suave beso en la mejilla. Ella se rió y él hizo una sonrisa tímida. Los dos eran muy dulces. Después de un rato aparecieron Carter y Jesse con una bandeja de costillas de cerdo, pedazos de pollo, salchichas y hamburguesas

— ¡Oigan, chicos la carne ya está lista! — exclamó Carter entusiasmado y con una improvisada reverencia

— ¡Esperamos que les gusten, a todos! ¡Gracias y a comer!— gritó Jesse complacido

Todos festejamos, unos silbaron y se alegraron por ello, Jesse colocó la bandeja en el principio de la mesa donde estaban Jack y Michael, ellos tomaron sus porciones. La pasaron a los siguientes que eran Sofí y Will, siguieron pasándolo a los demás, hasta que llegó a nosotros; Rick agarró un solo pedazo de carne, un montón de ensalada y salchichas, Elizabeth algunas hamburguesas, pero en cambio yo cogí varios pedazos y poca ensalada. Fruncí los labios, me parecía mucho.

Joel silbó

— ¡Dios, Cleo! ¡Tienes hambre!— comentó Joel sorprendido, ante la porción de me había servido en mi plato

—Hermanita, ¿eso...no es mucho? — preguntó Rick, intrigado

— Uhm, es que tengo... hambre. —balbuceé insegura

En eso apareció, Zane con una jarra de limonada y una gran sonrisa, la colocó en el medio de la mesa, sonrió y fue a traer la otra, mientras se iba; detalle a todo el mundo a Michael con su camisa gris y pantalones de mezclilla. Su piel oscura como el chocolate, sus orejas con sus ojos marrones y su rostro fuerte; sus rangos de padre y hombre acompañada de su muy distinto mostacho, pero también con su calva cabeza oscura, y en fin ese era el Michael, el que yo conocía. Seguí comiendo y con la pregunta en mi boca: ¿Dónde estaba Lucas? Tragué con la carne y la lechuga ya masticadas en mi boca, me serví un vaso grande de limonada de la jarra que pasaron para nosotros, agarré un gran sorbo, estaba fría, la tragué despacio y acomode mi garganta para entonar palabra.

Lucas no estaba y eso me dio curiosidad. Así que le pregunté a Joel por él. Joel me miró y me explicó que Lucas no está de ánimos para las reuniones. Apreté los labios. Hasta Ethan añadió, que lo habían visto transformarse e irse hacía el bosque. Sin nada que decir, no pregunté nada más. Suspiré, me mordí los labios y continué como si nada. Mi esposo, apareció con la otra jarra faltante, la puso para los demás y luego se sentó cerca de Desirée acompañada de Alex. Luego me observó con una más de esas sonrisas pequeñas pero cautivadoras y se puso a comer. En cambio yo con solo esa porción me sentí satisfecha, inhalé profundamente, apreté las manos hasta hacerlos puños, me levanté y agarré mi vaso de limonada

— ¿No vas a comer más, hermanita? — me preguntó mi hermano

—No, uhm, ya es suficiente—repuse levemente. Suspiré. — Estoy bien, Rick. Estoy bien así, estaba delicioso. Gracias— le mentí

— ¿No vas a esperar el postre, Cleo? —me dirigió Ethan mientras comía un poco con la boca llena

Su pregunta me extrañó. Y arqueando una ceja le contesté:

—No tenemos postre, no compramos o preparamos uno.

—Claro que sí, Troy y mi hermano fueron a comprarlo en el pueblo, Cleo— me aseguro Elizabeth

—Bueno...si es hacia, de acuerdo. ¿Esa era la razón por la que no los ve por aquí hace unas horas? — pregunté

—Si ellos se ofrecieron en ir por él, además creo...era...

Elizabeth se quedó un segundo pensando en el nombre del postre que esos dos nos traerán, y pero entonces, me percaté de que no había visto a Vanessa y ahora me preguntaba dónde estaba ella. ¿Dónde que se habría metido esa atolondrada, ah?

Las Dos Caras de la Luna © ✓Where stories live. Discover now