Capítulo 2: Hielo, témpano y tormenta

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Salí y me envolví con una bata de baño azul que estaba colgada al lado de la ducha. Fui hacia armario y al abrirlo me fijé en Zane. Seguía dormido y ahora estaba roncando. Me acerqué hacia él, le di un beso en la frente y continué con el armario, miré y había prendas de ropa de varios colores, de la derecha había los zapatos de Zane y míos y la izquierda los cajones con mi ropa interior. Escogí unos pantalones de mezclilla y una camisa manga larga de algodón, de color perla. Me vestí y me dispuse a arreglarme el pelo, así que me lo teñiría de color rojo. Me encantaba ese color, muy pocas veces usaba mi color natural; así que fui otra vez al baño y empecé a prepararme para colocarme. También podía escuchar a los muchachos, a Vanessa consintiendo a Jesse, Jennifer comiendo los huevos, tragando y hablando de su espectacular belleza con la perfección de su pelo, pero Carter estaba más tranquilo. Lo pude reconocer por como movía el periódico en el sillón de la sala, era casi invisible. Después terminar de aplicar el tinte en el cabello, lo amarre con una cinta de pelo y lo coloque hacia arriba, mientras el pelo se coloreaba de rojo, fui hacia el escritorio y ahí ordené todos los papeles, de las cuentas de luz y de las tarjetas de crédito American Express y MasterCard de Jennifer y Vanessa

>>> ¡Dios! Estas dos están locas por las compras<<<, pensé poniendo los ojos en blanco

Cuando encendí mi computadora, escuché que alguien bajaba las escaleras y supuse que era Alex, mi hermano, y sí, era él. Alex no suele madrugar, pero creo que es porque Desirée, su mujer, también madruga. Desirée y Alex son un poco diferentes en su forma de pensar, pero el uno para el otro, ella siempre está preocupada por él, cualquier cosa que Alex necesite, son muy cercanos. Ambos se parecen a Vanessa y Jesse, solo que Vanessa es más alegre y entusiasta; Jesse es muy serio y maduro. Alex es un poco infantil, juguetón pero muy inteligente y en definitiva Desirée. Es seria, madura, responsable, tiene buen sentido del humor y es tan inteligente como su marido.

— ¡Buenos días, Desirée! —chilló Vanessa. — ¿Quieres jugo o huevos?

—No gracias, Vanessa. No me apetecen los huevos, pero jugo si quiero—respondió Desirée

Entonces, escuché a Jennifer comentar algo y Carter le contestó.

—Estas mejor así, Jennifer, además el negro es tu color, va con tu piel—dijo Carter

— ¡No te pregunté a ti, Carter! ¡No te metas! — le regañó Jennifer

—Oh, vamos chicos. No vamos a pelear tan temprano, ¿verdad?—les advirtió Alex

—Tienes razón, amor. Además, ¿quién quiere pelearse a estas horas de la mañana? — añadió Desirée

—Tienen razón. ¿No lo crees Jess? — comentó Vanessa

—Sí, es verdad —murmuró Jesse con un bostezo

Los escuché hasta que se callaron

>>> Qué consuelo... <<< pensé con un suspiró en mi mente

Mientras revisaba mi correo, ya habían pasado el buen tiempo con el tinte, creo que fue mucho más tiempo requerido. Fui al baño, me metí a la ducha, la abrí y empecé a quitarme el tinte rojo, pasándomelo desde la raíz hasta la punta, dejando correr el agua helada. Dure un tiempo en retirarme todo el tinte, cuando finalmente me lo saque, me miré en el espejo y vi mi pelo de color fuego carmín. Me sequé con una toalla, después fui a uno de los cajones del armario y encontré el secador de pelo y un cepillo. Conecte el secador en el baño y cerré la puerta. Después de un rato, me miré. Unos agraciados y llanos cabellos color escarlata lustroso, se hacían sentir en mi aspecto, eran suaves al tacto y despedían un olor delicioso a moras; mi shampoo favorito.

Las Dos Caras de la Luna © ✓Où les histoires vivent. Découvrez maintenant