Capítulo 8: Fieles amigos

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Me mantuve serena y quieta, por solo ese rayito de luz que estaba sobre mi rostro. Poco a poco abrí mis ojos para mirar, esa sensación se fue y yo volví a la realidad. Suspiré y seguí hacia el baño. . Entré y coloqué la bata detrás de la puerta y miré el baño; de un lado a otro, moderno, refinado y con lo demás. Y lo último la bañera blanca, que resaltaba con todos los azulejos y los accesorios del mismo color, azul claro.

—Qué más da. ¡Un buen baño en la bañera no me caerá mal! — dije encogiéndome en hombros

Abrí las llaves y comenzó a salir agua, mientras se llenaba, escuche a mi marido subir para acá. Pronto se llenó la bañera y me metí en ella. Estaba caliente, pero prontamente me acomodé y comencé a pensar en mi amigo, Michael Corbett y su familia. Él era un buen hombre, un poco viejo de unos cuarenta o cuarenta y tantos años; y en fin Michael lo conocía hacía algunos años en este pueblo con sus dos hijos; Chad y Lucas, pero no eran los únicos, en su pequeña familia estaban sus dos hijastros, Elizabeth y Axel y también estaban: Zack, Will, Ethan y Joel, parte de su familia y su manada.

En realidad ellos eran una manada de Hombres Lobos, o mejor dicho Licántropos. Chad era el líder de la manada y su padre los instruía en lo que tenían que aprender, ellos nos respetaban y nosotros a ellos, ambos lados éramos amigos y además Chad era el mejor amigo de Troy; ellos no se veían como enemigos. Me sentía muy feliz de tenerlos de aliados y amigos. Nuestro arreglo comenzó hace muchos años, después de que Jack decidió venir para acá. Y un día mientras que Sofí y yo caminábamos por la playa y vimos a una mujer a punto de dar a luz tirada en la arena. Inmediatamente, nosotras corrimos a ayudarla y ahí en la arena, trajo a este mundo a los mellizos Corbett; Lucas y Chad, el veinte de marzo de aquel remoto año. Y si esa mujer era la madre de ambos, Elena Corbett.

Una mujer de piel color marrón claro, ojos chocolate y pelo negro liso con ondulaciones. Poco a poco, conocimos a su marido, Michael Corbett, al principio él desconfiaba de nosotras, pero pronto tuve que ceder con ayuda de su esposa, porque Sofí y yo nos habíamos hecho grandes amigas de Elena, pero poco después nos tuvimos que ir. Pocos años después recibimos las noticias de que Elena había muerto de un infarto, nosotros quedamos devastados. Fue muy parecido cuando perdimos a mi madre, pero teníamos a Rick y estábamos en Charleston, Carolina del Sur.

Al paso de unos dos años también recibimos otra noticia de que Michael se había vuelto a casar. Con Diana Evans y ella tenía dos hijos, Axel y Mary Elizabeth. Pero a menos de dos años y medio, Diana trágicamente falleció en un accidente de auto y el pobre de Michael quedó muy devastado y deprimido, pero no estaba solo en su dolor, tenía a sus hijos. Al paso del tiempo, Elizabeth y Axel se acostumbraron a su nueva familia y crearon un lazo entre los Evans y ellos. Y era tanta su convivencia que la gente del pueblo, creían que no eran sus hijastros, si no sus hijos biológicos. A Michael no le importaba la sangre en sus venas; para él eran sus hijos. En todos esos años, ya teníamos a Jack, mis hijos, mi esposo y a todos, aunque bueno Jennifer ni Carter, habían llegado. Ellos vendrían años después. En ese corto tiempo, mi papá y Michael se hicieron muy buenos amigos, varios años pasaron y ya años, Lucas, Chad, Elizabeth y Axel con mis hijos dejaron de ser niños, ya se habían vuelto unos adolescentes. Siempre me imaginaba volver a ver Elena y mi madre en mis sueños, pero era pasado, mientras me pasaba una esponja con jabón por mi cuello, recordaba el día en que Axel Corbett dejó de ser humano, para convertirse en un Seivia, por amor. Ser inmortal por amor.

Fue en un verano de hace unos años atrás, apareció de visita vieja mi amiga francesa, Charlotte Boissieu. Una vampira de piel café, alta, pelo liso color negro y ojos topacios brillantes. Ella era de algunos Seivias que vivían en Europa, y formaba parte del clan de su nación. Siendo amiga mía, con gusto les presentamos a Michael y su familia y ahí conoció a Axel. Al momento de conocerse ambos se enamoraron. Charlotte, se quedó dos meses y poco a poco en solo esos meses, los dos se acercaron uno del otro, los lobos permitieron esos encuentros en entre ellos, pero antes de que Charlotte se marchara, Axel vino a nuestra casa y le pidió a ella que lo convirtiera, para poder estar con ella. Ella aceptó, pero le preocupaba la familia lobos y su pequeña hermana. Me resultó complicado pero su familia lo aceptó. A mí y mi familia nos pareció algo apresurado, pero era la decisión de Axel, en perder su humanidad para siempre y vivir eternamente con Charlotte, y tener veinte años, para todo su inmortalidad. Axel tenía diecisiete cuando lo convirtieron.

Después de lo de Axel, Elizabeth quiso ir se a Francia con ellos, no solo estar un tiempo con su hermano, unos de sus motivos, sino era para poder estudiar artes plásticas allá. Nosotros, Michael y con sus muchachos nos pusimos tristes y a la vez orgullosos de ella, por seguir con sus estudios, ese mismo verano vimos partir a Elizabeth con su hermano y Charlotte a Francia, luego de unos dos meses después llegaron en el correo, invitaciones para un boda, pero no cualquier matrimonio era la de Axel y Charlotte, para nosotros y Michael. Todos nos pusimos de acuerdo para ir a ese matrimonio. Después de lavarme el pelo y pasarme el jabón por mi cuerpo, me enjuague, me cubrí con una toalla, y seguí recordando cuando viajamos a Francia, fue un viaje largo, y a algunos de ambos lados nunca había viajado avión, pero les agrado.

Al llegar a París, el aeropuerto nos esperaba Elizabeth, nos llevó al hotel donde sería la ceremonia y a la recepción; después ahí mismo llegamos en la tarde, cada parte con sus habitaciones para los Seivias y los Licántropos. Todo el mundo se arregló y vistió muy bien, fue una ceremonia pequeña, nosotros y algunas personas conocidos de Charlotte, comimos, bebimos y bailamos mucho, me encanto ver a Michael bailar con su yerna, también en una parte de la fiesta, me reí muchísimo al ver a Vanessa bailar con Will, por que Will le estaba pisándole los pies, dos veces cada dos minutos, Sofí bailar un vals con Joel, el menos bailarín del grupo y a mí, moviendo el esqueleto con Michael. Fue un matrimonio muy divertido y encantador. Todos nosotros nos quedamos muy intrigados por la verdad, de que en toda, toda la noche mi medio hermano, bailando únicamente y solamente con Elizabeth en todas las piezas de vals en la fiesta, ella estaba hermosa y perfecta, Rick no estaba nada mal y muy guapo. Vanessa, Desirée, Sofía, Jennifer y yo nos quedamos con una idea en nuestras cabezas, por eso nos pareció que mi querido hermanito se había enamorado de Elizabeth. ¡Ay, qué lindo, Rick ha encontrado el amor!, pensé en esa ocasión, tan especial. Pero Rick tendría que esperar a Elizabeth, porque ella quería terminar sus estudios primero en algunos años, pero después de un año de eso por una razón ella regresó, al pueblo con la excusa que le parecía aburrido y sin hacer mucho en París, con solo estudiar, decidió estudiarlos aquí, pero nosotros sabíamos que lo hacía por él, y nos llegó la idea de que ella sentía algo por mi pequeño hermanito.

Y mi suposición estaba acertada, porque luego de regresar; Elizabeth no volvió a mencionar nada de los estudios o universidades, estando en White Rose. No se inscribió en el instituto del pueblo, y se quedó como ama y señora de la casa de su padrastro, cuidando de sus hermanos y el resto de los chicos. Y aunque Michael y los muchachos se sentían mal, por ella estar en la casa en vez de la escuela, a Mary Elizabeth prefería estar en su casa que un colegio aburrido y particular; pero varios suponían que cambió su actitud, para estar más cerca de Rick

Las Dos Caras de la Luna © ✓Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ