¿Coincidencia o destino?

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Después de la batalla contra Kaolinete, la tranquilidad estuvo en su máximo apogeo para los guerreros, algo que fue verdaderamente extraño para todos, pero fue muy reconfortante, y todos esperaban que aquellos momentos no terminaran nunca.

Minako estuvo nerviosa por bastante tiempo, pensando en que Kunzite podría aparecer en cualquier momento y atacarlas, y ella no sería capaz de atacar de vuelta...

Su corazón no podría resistirlo.

Su sueño mundano era ser actriz, una estrella mundialmente conocida, pero el sueño de su alma, el sueño que nunca vería realizado era el sueño de tener una familia al lado de Kunzite...

Shun era un chico muy lindo, pacífico, tierno, amable con todos y realmente responsable pero... aunque estaba sintiendo una atracción hacia él, ella sabía muy bien que el fantasma del pasado no la dejaría ser feliz por completo hasta no enfrentarlo.

Minako miró al cielo durante un buen rato en la clase, recordando los momentos del pasado y pensando "Oh, siento que he olvidado algo muy importante".

Minako estaba concentrada, tratando de recordar aquello que había olvidado, pero al estar distraída haciéndolo, se sorprendió cuando sonó la campana anunciando la hora de salida.

Minako, sin dudarlo ni un segundo, tomó sus cosas, las guardó en su maletín y se fue hacia la mansión Kido, porque se estaba quedando ahí un rato para poder ayudar a buscar una forma de derrotar al Negaverso y... de traer a Kunzite de vuelta.

No quería admitirlo, pero realmente lo quería así.

Sin embargo, seguía inquieta...

Desde que había recuperado sus memorias como Sailor Venus, sentía que aún no recordaba todo...

La sensación la perseguía desde hacía mucho tiempo, pero nunca le dio la importancia necesaria hasta que todo aquello comenzó, y entonces vino una pregunta a su mente: ¿Qué había olvidado?

¿Qué era aquello que no la dejaba dormir tranquila?

¿Qué la atormentaba?

¿Qué secretos guardaba su mente que estaban ansiosos por salir?

Esas y muchas otras preguntas atormentaron su mente mientras iba de camino a la mansión Kido, pasando frente a un Orfanato...

Al ver a los niños correr, jugando unos con otros en el patio de aquel orfanato, Minako recordó algo...

Ella también solía jugar así, en una calle bastante maltrecha y descuidada, cubierta de tierra y polvo, acompañada de alguien mayor que ella, que siempre era capaz de dedicarle una sonrisa a pesar de llevar arapos.

Esa persona, una vez, le dijo que no importaba cuánto sufriera, ni cuánto riera, el mundo siempre era un lugar que tenía altas y bajas, a veces estabas en la cima, y a veces estabas en el fondo del abismo, pero sin importar en cuál de ellas estuviera, él siempre estaría ahí...

Minako recordaba haber vivido eso, sabía que lo había hecho en esta vida pero... ¿Quién era esa persona? ¿Cómo la llamaba? ¿Dónde estaba?

Cuando menos se dio cuenta, estaba llegando a la mansión Kido.

Entró, saliendo de sus propios pensamientos, y vio que en el salón principal ya estaban Seiya, Usagi, Ami, Hyoga, Camus, Michiru, Haruka Shura, Setsuna, Shaka, Saga, Canon y Hotaru, junto a Saori por supuesto, todos sentados, esperando por los demás.

Al tiempo en que ella entró, Shun también entró, corriendo, mientras cargaba varias bolsas llenas de comida que cayeron al suelo cuando Shun chocó con Minako.

Pegasus and the MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora