K.O. [Jemma]

• XXIV •

Les diré algo. Creí haber muerto cuando ví a Jenna pasar por esas puertas con su traje de baño negro, su cabello recogido en un moño sencillo y sus lentes de sol al principio de su nariz. Anoche no tuve tiempo de apreciar su cuerpo por obvias razones, pero ahora, lo aprecio bastante. Tiene el cuerpo, nada robusto ni corpulento, pero sensual, femenino, con sus abdominales levemente marcados, y la V de su cintura por igual. Se notaba en su cuerpo el tiempo que pasaba en el gimnasio practicando, porque en él no había ningún indicio de grasa, todo era músculo y fibra. Sus piernas firmes y torneadas. Pero lo que me encantó también fue que los supuestos tatuajes que no podía ver a menos que estuviera con poca ropa, les quedaban extremadamente bien. En su costado izquierdo había una pequeña frase la cual llegaba un poco más abajo de su seno, el tatuaje dice "Anything beautiful is worth getting hurt for". Luego estaba su cuello el cual tenía un tatuaje de una libélula. Para finalizar con su espalda la cual tenía tatuada una flor de Lotus de tamaño un poco mediana. Y en su dedo índice de su mano derecha tiene tatuado la cara de un jaguar negro con ojos verdes.

Todos y cada uno de ellos le quedaban extremadamente bien - ¿Que? - Preguntó sacándome de mis pensamientos mientras se acercaba a la orilla de donde estaba apoyada con mis brazos y mi cabeza en estos mientras la miraba y le sonreía de manera tierna y dulce - Ven - Le contesté mordiendo ligeramente mi labio inferior, ella me miró y caminó hacia mí, se sentó en la orilla de la piscina y entró sin que me mojara el cabello al igual que ella. Me moví de la orilla y nadé a su dirección para enredar mis piernas en su cintura y mis brazos en su cuello. Acaricié desde su cuello hasta su cara quitándole los lentes de sol, mientras lo hacía ella tenía sus ojos cerrados, le quite sus lentes de sol, me los puse y la miré - ¿Qué tal? - Pregunté poniendo mi mano debajo de mi barbilla, ella con una sonrisa inocente rió asintiendo - Te ves hermosa, te quedan mejor que a mí - Me respondió y asenti.

- Lo sé, por eso me los puse - Dije riendo y ella soltó una carcajada - Dios mío Jenna, estoy saliendo mucho contigo, ya se me ha pegado tu ego - Reíamos al unísono mientras sentía como Jenna se movía alrededor de la piscina - Me iré de viaje antes - Dije en un susurro, ella paró de caminar de golpe y cerré mis ojos con fuerza.

- ¿Te irás de viaje? - Pregunto confundida - ¿Dónde? - Volvió a preguntar.

- Comenzaremos antes. Se le ha surgido está idea al encargado de fotografía y video - Le explicaba - Pero al menos será en Estados Unidos, luego es que saldremos del país - Ella asintió sonriendo.

- Genial - Me dijo - Eso es genial, ¿Dónde irán primero? Y ¿Qué pasará con la universidad?, Aún no terminan las clases - Me preguntó y solté un suspiro.

- Iremos primero a California y sobre la universidad, no se la verdad, tendré que pedir que me den los exámenes porque partiremos el veintiocho de este mes de mayo - Ella desenredo mis piernas de su cintura para poder arreglarse su cabello de forma que el agua no le mojara -Y otra cosa - Dije de repente y ella me miró alzando sus cejas esperando a que siga - Quiero que vayas a verme el día del desfile. Si puedes claro está - Ella me miró al terminar de hacerse el moño y sonrió.

- Claro que iré a verte Emma, aunque no me lo hubieras pedido, igual hubiera ido - Contestó - ¿California entonces? - Asentí - Te irás en dos días - Comentó - Eso... eso es cerca - Frunció el ceño y bese en la parte de entre sus cejas haciendo que dejara de fruncir el ceño y me mirara con una sonrisa, yo la miré con otra y le di un beso rápido - ¿Quien te llevara? - Me preguntó.

- Naomi - Contesté - El vuelo sale a las diez de la mañana - Informe.

- Entonces... ¿Tienen como un avión privado o todas las chicas vienen en un avión común? - Preguntó curiosa y reí.

- Hay un avión privado - Dije riendo y ella murmuró un "interesante" mientras yo seguía riendo.

El resto de la tarde nos la pasamos en la piscina riendo, hablando y viendo películas en su lugar favorito de la casa. Cuyo lugar no fue la excepción de que demostráramos nuestro amor en ese cómodo sofá en forma de L. Cocinamos juntas aunque comieramos tarde debido a las acaloradas sesiones de besos que nos dábamos en la cocina y a eso de la medianoche casi una de la mañana fui a mi casa y como Jenna no quería que me fuera a esa hora tan tarde, me siguió hasta mi departamento solo para asegurarse de que nada me pasará aunque por más de que le dije que no era necesario aún lo hizo y el gesto solo hizo que me enamorara más de ella.