• XXIX •

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Sentí unos brazos abrazar mí cintura y una cabeza apoyarse en mí espalda — Buenos días — Sonreí sin voltearme a verla.

— Buenos días Emma — Voltee el panqueque — ¿Cómo dormiste? — Puse la comida en el plato moviéndome con Emma agarrada a mí cintura la lleve al desayunador, ella hizo un sonido raro abrazando más mí cintura y yo solté una pequeña carcajada — Debo traer los otros platos cariño — Dije mirando hacia atrás. Ella levantó su cabeza, se puso de puntillas y besó mí mejilla.

— Los traigo yo, tu siéntate — Hice lo que me dijo y sonreí al verla con el pantalón de pijama que compré ayer — ¿Qué? — Puso unos platos frente a mí y otros a mí lado mientras se daba la vuelta para buscar unos vasos — ¿De qué es este jugo? — Me enseñó un envase de cristal que contenía un líquido naranja oscuro.

— Zanahoria con naranja — Me encogí de hombros, ella hizo una mueca pero aún así lo trajo — ¿No es ese el pantalón de pijama que compré ayer mientras estabas ocupadas con las fotos y eso? — Pregunté curiosa, aunque ya sabía la respuesta. Ella me miró con ojos de inocencia mientras pelaba una banana y la mordía, asintió — ¿Te gustó? — Negó — Eso veo — Apunte al pantalón y sonreí al escucharla reír tapando su boca con el dorso de su mano.

— ¿Irás al gimnasio hoy? — Asentí — ¿Puedo ir contigo? — La mire extrañada — Debo estar en forma también Jenna — Dijo riendo.

— Pero ya lo estás — Dije frunciendo el ceño y terminando de comer.

— Si, lo sé, pero hago yoga cuando puedo, porque entre la universidad y ahora esto, no me está dando mucho tiempo que digamos, así que pensé ir al gimnasio hoy contigo. ¿Está bien eso? — Asentí con una sonrisa.

— Si claro, no hay problema — Me levanté y llevé los platos al lavamanos de la cocina — Iré a darme una ducha, cuando termines hazlo también. Hay ropa de ejercicio en mí armario que te servirá. Nos iremos cuando estés lista — Ella asintió y yo caminé a darme la ducha ya avisada.

° ° ° °

—¿Cuánto duras aquí? — Pregunto mientras me parqueaba.

— Básicamente todo el día — Dije saliendo del auto y caminé a la puerta del copiloto para abrirle a Emma, la cual me agradeció con una sonrisa. Saqué el bulto del baúl y comencé a caminar a la entrada. Sentí la mano de Emma en la mía entrelazando nuestros dedos, la mire y me sonrió mientras se acomodaba los lentes de sol.

Pasaba por las áreas saludando a las personas al igual que ellas a mí. Al llegar donde siempre hago ejercicio mí entrenador me mira con una ceja alzada mientras que Emma suelta su agarre en mí mano para saludar a Travis — Uhm… Viene a hacer ejercicio conmigo — Dije rascando la parte trasera de mí nuca.

— Está bien, no hay problema. Usarás las máquinas entonces, hoy nada de boxeo, para que la acompañes. Calienta, dile a ella que caliente y vienes a mí para ponerle los ejercicios — Asentí caminando a donde estaba Emma para que calentará conmigo.

— Jenna — Escuché a Emma decir — ¿Cómo es que puedes hacer estás cosas? — Dijo sin aliento y me encogí de hombros mientras reía.

— Vamos que apenas comenzamos — Teníamos más o menos una hora y media haciendo ejercicio, todo iba bien hasta que Emma comenzó a cansarse y yo comencé a reírme de ella — Venga, vamos a hacer algo fácil — Yo no estaba para nada cansada ya que mí entrenador me había bajado la intensidad debido a ella — ¿Que tal si hacemos sentadillas? — Ella asintió — Bien — Me puse a su lado — Será así. Debes tener una separación en las piernas del tamaño de tu cintura — Señale al piso para que viera — Para bajar no puedes separar los pies del suelo, hay algunas personas que hacen sentadillas de puntillas, eso está mal. Los pies pegados al suelo, y mientras bajas las manos van al frente a la misma distancia que están tus piernas. ¿Entendido? — Ella asintió — Haremos cincuenta — Dije cogiendo una mejor posición a su lado y comenzando el ejercicio.

Luego de las sentadillas Emma no quiso seguir, pero yo si debía, así que en estos momento me encontraba haciendo abdominales con su cabeza haciendo peso en mis muslos.

— ¿Sabes que quiero? — Pregunto volteando su cabeza cuando subí.

— ¿Qué? — Dije con dificultad mientras bajaba.

— Quiero hacer esas cosas que hacen las parejas cuando hacen ejercicio — Reí al escucharla porque la que estaba haciendo ejercicio era yo mientras ella me mantenía entretenida con sus historias. Ella se levantó y se sentó a horcajadas en mis muslos — Besame cada vez que subas — Demandó — Travis — Exclamó y vi a mí amigo acercarse — En el bulto de Jenna está mí celular, graba — El asintió y caminó a donde estaba mí bulto — ¿Estás lista? — Preguntó mirándome mientras mordía su labio inferior.

— No puedo creer que me hagas hacer esto — Dije jadeando del esfuerzo físico, ella asintió y me deje caer suave al suelo, ella posicionó sus manos dentro de mí camiseta acariciando mis costados y  abdomen con sus dedos, escuché un “ya” departe de mí amigo. Subí con mis brazos cruzados en mí pecho y como Emma quería la besaba cada vez que hacía un abdominal, sentía sus dedos apretar mí cintura cada vez que mis músculos se pensaban debido al ejercicio y como acariciaba esta con sus pulgares o la parte baja de mí espalda con las yemas de sus dedos cada vez que bajaba. Luego de unos dos minutos haciendo esto cuando subí ella intensificó el beso y en ese instante me olvidé del ejercicio, le hice una seña a mí amigo para que dejase de grabar y hundí mis dedos en la cabellera de mí novia mientras pedía entrada a su boca. Jadee un poco al sentir sus uñas clavarse en la mitad de mí espalda, pero eso no me importo, ella se movió más cerca de mí, si eso era posible, poniendo su trasero exactamente en contacto con mí centro. Estos son los momentos en los que agradezco por haber traído unas licras para hacer ejercicio al igual que ella.

— Esto no es un recinto de películas porno, dejen el besuqueo — Escuché a mí entrenador decir pasando por nuestro lado y trate de separarme de ella ya que necesitaba aire pero solo pude hacerlo por unos segundos porque me agarró del cuello e hizo chocar mis labios con los de ella, metiendo su lengua de manera inmediata sin permiso. Abrí un ojo para mirar a mí derecha porque sentía que alguien nos estaba viendo y efectivamente.

— ¿James? — Vi al chico parado embobado viendo en nuestra dirección con su boca ligeramente abierta — ¿Qué haces? — Pregunté agitada, él abría y cerraba la boca sin decir una palabra aún con sus ojos pegados en mí novia. Comencé a reír — Ve a entrenar — Dije entre risas y el asintió frenéticamente, pero sin moverse.

— Hola — Saludo Emma luego de haber recuperado el aliento y el chico le devolvió el saludo agitando su mano aún sin poder creérselo. En ese momento apareció Travis y dándole de manera leve en la cabeza lo hizo reaccionar y lo sacó al área de los principiantes — Es lindo — Dijo riendo y solté una carcajada.

— Está frustrado — Dije — Vamos cielo, tengo que seguir entrenando — Di unas palmaditas en su trasero, ella me dio un beso rápido y se levantó para dejarme seguir con mí rutina.

° ° ° °

Escuché el timbre y me levanté con dificultad de la hamaca dejando el libro que leía en la pequeña mesa mientras caminaba a la puerta principal. No esperaba visitas, pero me imaginaba que era Emma. Al abrirla me lleve la sorpresa de que no era así.

— Vine más temprano de lo previsto — Informo — Así que espero que no te importe de que venga a discutir de negocios y los beneficios que tendrás si aceptas meterte a las Artes Marciales Mixtas — Dahlia estaba en mí puerta principal, no con su traje inusual de negocios. Estaba vestida informal, pero a la vez se veía bien — ¿Que dices?, ¿Me dejas entrar y hablamos? — Asentí y me hice a un lado para tener lo que sabía que iba a ser una larga charla con esta mujer.

★★★★★★★★

Holaaaa, cómo están??, pude escribir este capítulo antes de dormir :). Espero tengan buenos días, tardes o noches ;)

K.O. [Jemma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora