• XXXV •

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— Entonces, ¿En que estábamos? — Georgie se iba a acercar a mí pero mi mano chocó con su cara impidiendo aquello.

— Si vuelves a siquiera tocarme, te voy a arrancar las pelotas con mis propias manos — Él me miró sorprendido y salí disparada buscando a Jenna.

Me pasé las manos por el cabello desesperada luego de que pasaron veinte minutos y no veía el rostro de la ojimarron, comenzaba a sentir la ansiedad haciendo entrada. Era tanta la gente y ahora con esto de Jenna y no poder encontrarla que comenzaba después de tanto sentir un ataque de pánico. Salí al patio trasero, aunque había mucha gente pero no tantas como dentro de la casa. Comencé a mirar alrededor con mi respiración agitada, sentía que me iba a desmayar en cualquier momento.

— Emma — Mire a mi alrededor que me llamaban y pude diferenciar a Naomi — ¡Emma! — Corrió a mi dirección y puse mis manos en sus hombros respirando agitada — Oh por Dios, estás teniendo un ataque. Respira — Trataba de hacerlo, pero solo sentía como el pecho se me encogía más y más.

— Jenna — Murmuré sintiendo mis ojos nublarse por las lágrimas que se estaban acumulando en ellos — Necesito… a Jenna — Dije respirando pesado y lo último que escuché fue a Naomi gritando mi nombre antes de que todo se volviera negro.

El sonido de la música retumbando por las paredes me hizo abrir los ojos poco a poco y darme cuenta que aún era de noche y estaba en la habitación de Jenna.

— ¿Cómo te sientes? — Volteé mi cara despacio al escuchar la voz ronca de mi novia y encontrarla sentada en una silla al lado de la cama con algo en la mano y mirándome sin emoción alguna pero el brillo de preocupación en sus ojos me decía lo contrario.

— Jenna — Susurré apoyando las manos en la cama para sentarme en ella y mirarla — Necesito explicarte — Ella me interrumpió.

— ¿Cómo te sientes? — Volvió a preguntar.

— Bien — Le respondí — Por favor, necesito explicarte — Ella llevó el artefacto a su boca, ví como salía un poco de humo de este y luego una gran nube de humo olor a cereza y supe que estaba con un cigarrillo eléctrico — ¿Desde cuándo tienes eso? — Apunte al cigarrillo.

— Desde siempre — Dijo simple y me senté en el borde de la cama.

— Jenna, necesito explicarte lo que viste — Ella asintió dándole una nueva calada al cigarrillo eléctrico, el humo olía bastante bien — Georgie, no sabía que vendría, en serio. Antes de que llegarás estaba tratando de que no me besara por eso nos encontraste en esa posición — Ella no decía nada, solo me miraba — Jenna, él me iba a besar, ¿Crees que podría engañarte?, iba a empujarlo antes de que llegarás — Estaba desesperada, ella no decía nada, tenía miedo de que no me creyese.

— ¿Te iba a besar? — Asentí — ¿No lo invitaste? — Negué. Ella se levantó de la silla y caminó hacia la puerta — Cierra con llave cuando salgas — Con esto se fue de la habitación y yo me levante rápido cerrando la puerta con llave y saliendo disparada por las escaleras parando de golpe cuando la música, el humo, el alcohol y el olor a todo me pegó en la cara, agite leve mi cabeza y comencé a mirar por los lados hasta encontrar a Jenna caminando hacia Georgie.

— Oh por Dios — Camine rápido — Jenna — Agarre su hombro y ella me dió el cigarrillo para que lo agarrara.

— Te quiero fuera — Sus ojos echaban fuego. Literalmente lo estaba matando con la mirada y Georgie solo sonrió de forma burlona.

— ¿Desde cuándo tú pones las reglas? — Preguntó con la quijada apretada al verme detrás de Jenna agarrada de su cintura.

— Desde que está es mi fiesta y mi maldita casa. Así que te sugiero que salgas por las buenas por qué si haces que te saque por las malas no te va a gustar — La música a este punto había parado y todo el mundo estaba mirando la escena. Jenna había hablado de una manera que hasta yo temí por Georgie, pero este solo se paraba firme, dió un paso donde Jenna estaba pero no se movió.

K.O. [Jemma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora