Capítulo 15: (PARTE 2) No Te lo Diré

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Capítulo 15: (PARTE 2) No te lo diré

El camino en coche fue largo y tortuoso.

Nos mirábamos de reojo una y otra vez. Deseándonos con los ojos.

Mi corazón estaba a punto de estallar y sentía lo mismo de la cremallera de mi pantalón.

Mi amo seguía teniendo el mando del aparato que vibraba en mi interior e iba subiendo y bajando la intensidad a placer, según a él le parecía.

Paramos en un semáforo que se encontraba ya muy cerca de su casa.

Fran se recostó en el asiento y tomó el control remoto entre sus dos manos para luego mirarme de esa forma pícara que me hacía temblar de pies a cabeza.

Se acercó a mí poniendo su mano en mi entrepierna para masajearla por encima de los vaqueros.

-Ppa-ra no ppo-dré aguu-antar.

-No quiero que lo hagas- contestó sonriente mientras desabrochaba mi parte de abajo.

Gemí de placer al sentir que, al fin, mi erección estaba liberada de su doloroso aprisionamiento.

-Mmm mi niño, gimes tan rico. Veamos si puedo hacerte gritar de placer.

En ese momento, Fran aumentó la vibración del juguete hasta su punto máximo.

Eché la cabeza hacia atrás hasta chocar con el asiento del coche mientras de mis labios se escapaba un sonoro gemido.

Mi cuerpo ya no me obedecía, mis caderas se movían solas y una de mis manos se fue irremediablemente hasta mi entrepierna.

Ni siquiera me había dado cuanto de que habíamos empezado a movernos y ya nos encontrábamos frente la cancela de la casa de mi señor.

Cuando el coche se paró en el camino que daba al garaje de su casa me di cuenta de donde estábamos.

Enrojecí cuando mis ojos se encontraron con los suyos.

Estaba masturbándome allí mismo, delante de él, en su coche.

Unos cuantos gritos de placer escaparon de mis labios.

Me quedaba poco para correrme, lo sabía.

El ritmo de mis caderas se empezó a incrementar mientras cerraba mis ojos y mordía mis labios.

En el coche solo se escuchaban nuestras respiraciones entrecortadas y los húmedos sonidos que provenían de mi cuerpo.

Un par de segundos después, llegué al orgasmo manchado el salpicadero de su coche y profiriendo un grito de liberación como nunca lo había hecho.

La vibración del aparato fue reduciéndose poco a poco, hasta que paró por completo.

Yo abrí los ojos lentamente y con vergüenza busqué su profunda mirada.

Él sonrió relamiéndose para luego acercarse hasta mí y darme un beso largo y profundo en los labios.

Sus manos hábiles se deshicieron de los pantalones y la ropa interior. Llegaron hasta mi entrada y, de allí, extrajeron el pequeño juguete, el cual, había sido el causante de todo.

Mi respiración seguía entrecortada y mi corazón no paraba de tronar en mi pecho.

-Recolócate un poco- pidió Fran mientras abría la puerta del coche.

Hice lo que me ordenó mientras el bordeaba el vehículo para abrir mi puerta también.

Me tendió la mano para ayudarme a salir y luego empezó a andar hasta la casa con paso veloz.

Amor de Látex, Caucho y GomaWhere stories live. Discover now