Capítulo 5: A mí el orgasmo me llega en diez Señor

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NOTA IMPORTANTE :

El raped: es conocido en BDSM como una práctica sexual en la que se simula una violación o una violencia extrema .

Capítulo 5: A mí el orgasmo me llega en diez Señor.

Estaba de rodillas con esa cosa puesta.

Mi boca estaba súper abierta. Los protectores de goma me separaban los labios y los dientes haciéndome complicada la acción de tragar saliva.

Por suerte el tapón aún estaba puesto así que mis babas se quedaban en mi interior por el momento.

Fran estaba en frente de mí, observándome. No me había dicho nada, así que yo lo miraba con excitación pesando en cuál sería el siguiente paso.

-¿Te molesta?- me preguntó.

Yo hice un gesto con la mano indicando que un poco.

-¿Quieres que te lo quite?

Negué con la cabeza rápidamente y vi como una sonrisa de lado aparecía en su cara.

-Tienes que intentar tragar con la garganta, no con los carrillos. Sube la barbilla- dijo mientras me acariciaba el mentón.

En cuanto lo hice sentí como conseguía tragar al fin.

-¿Mejor?

Asentí.

-Vamos a empezar... Ya sabes da una palmada si no puedes más.

Volví a asentir.

Entonces él se desabrochó los pantalones y sacó su miembro por la apertura de los calzoncillos. Lo tenía algo duro.

Empezó a restregarlo contra mi mejilla mientras se masturbaba y aquello hizo que mi pene también empezara a agrandarse en mis pantalones.

Cuando su erección era ya más prominente quitó el tapón de la mordaza y me sentí totalmente expuesto en ese momento.

Fran metió dos de dedos en mi boca acariciando mi lengua. Yo empecé a juguetear con ellos lamiéndolos y rodeándolos como podía.

Cuando ya casi le tenía pillado el tranquillo los sacó sustituyéndolos por su pene. Estaba tan caliente que palpitaba.

Empezó a introducirlo hasta que lo tuve por completo en mi interior.

Pude sentirlo en el inicio de mi garganta y entonces hice el truco para tragar que él me había enseñado.

Escuché un leve gemido de sus labios que hizo que mi miembro se convulsionara tanto como el suyo.

En ese momento, me tomó del pelo y sacó su polla por completo para volverla a introducir con una fuerte estocada que hizo que mi garganta se quejara levemente.

Después de esa siguió con otra y otra y otra más, follándome la boca con la violencia más increíble y excitante que jamás hubiera sentido.

Sentía la mandíbula a punto de colapsar, los labios hirviendo, la garganta convulsionándose una y otra vez mientras mi lengua subía y bajaba buscando el contacto de su dureza en mi interior.

Oí sus gruñidos de placer y entonces sentí el líquido vertiéndose en mi garganta.

Hice de nuevo el gesto de tragar y todo llegó a mi estómago mientras él se apartaba de mí soltándome el pelo y abriendo el cierre de la mordaza.

-Quítatela, desnúdate y ve hasta la cruz- ordenó mientras volvía al armario.

Saqué eso de mi boca y la abrí y cerré un par de veces para acostumbrarme a tener la mandíbula libre de nuevo.

Amor de Látex, Caucho y Gomaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن