Amor de Látex, Caucho y Goma

Capítulo 11: ¿Confías en mí?

Capítulo 11: ¿Confías en mí?

Lo observé mientras se ponía la ropa interior a los pies de la cama.

Había sido especial. Desde que entré al mundillo BDSM no había tenido sexo vainilla con nadie.

Pero con Fran todo era tan natural...

Sabía que lo amaba y sabía que sería el definitivo.

-Me tengo que ir ya- dijo con algo de tristeza gateando por la cama hasta llegar a mi posición para darme un fugaz beso en los labios.

-Esto es una mierda.

-Lo sé.

Entonces escuchamos el sonido de la puerta principal al cerrarse.

Ambos nos miramos sorprendidos mientras escuchamos la voz de mi madre llamándome. Como un resorte me levanté de la cama vistiéndome a toda prisa.

Fran hizo lo propio, al tiempo que yo le gritaba a mi madre diciéndole que ya iba.

-¿Estas estudiando cariño?

-Sí- mentí mientras me ponía las chanclas y me subía la cremallera del pantalón.

El rubio reía mientras terminaba de abrochar los botones de su camisa blanca.

-Pues no te preocupes, voy a tu cuarto.

Nuestras risas se esfumaron en un segundo mientras yo intentaba arreglar la cama y mi amante dejaba libros tirados por todas partes.

Cuando vimos el pomo de la puerta bajando el ojiplata se sentó en la silla y yo me tiré en la cama con el libro de inglés abierto a la mitad.

Mi madre entró y se quedó mirándonos.

Yo disimulaba leyendo una frase con fluidez.

-Very good- dijo Fran con una sonrisa- cada vez se te da mejor, ¿ves? Te dije que no era tan difícil...

-Sí, tienes razón- contesté guiñándole un ojo- Hola mamá.

-Hola cielo y hola Fran, no esperaba que estuvieras aquí. Ya son las ocho y media.

-Sí es que Carlos me había pedido ayuda con esto y no podía dejarle a medias, pero ya estaba a punto de irme.

-Oye ¿esa fiesta? La organiza tu amigo Rubén ¿no?

-Sí, Señora Marta.

-¿Y habrá alguien más?

-También estará mi hermano con su prometida y mi amiga Carolina.

Ella me miró frunciendo el ceño y luego dirigió sus orbes marrones hacia el mayor.

-Tú cuidarás de él ¿no?

-Claro que sí, Señora.

-Bueno pues pasároslo bien y me lo traes antes de las seis ¿sí?

Yo di un salto en la cama para luego correr a abrazar a mi madre, dándole besos por toda la cara.

-Gracias mami, gracias.

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