Amor de Látex, Caucho y Goma

Capítulo 6: ¡Me gusta este sumiso!

Capítulo 6: ¡Me gusta este sumiso!

Guié a Fran hasta el salón.

Él se sentó en el sofá y yo me coloqué a su lado mientras terminaba de liarle el cigarro. Luego se lo pasé y se lo encendí.

-Quería hacer algo divertido pero supongo que con lo que ha pasado ya no te apetecerá...

Yo lo miré algo cabizbajo.

Sí que me apetecía algo de sexo pero la imagen de Sussi destrozada aparecía en mi cabeza una y otra vez como un fantasma.

-Preferiría que esperásemos un poco si no le importa...

Él se acercó más a mí y me tomo de la barbilla.

-Me gusta que cuando te pones serio me hablas de usted- dijo sonriente- me excita.

Yo tragué saliva intentando recordar que había pedido un pequeño tiempo.

Él me miró triunfante al percibir mi nerviosismo.

-¿Por qué no haces algo de comer? Me muero de hambre- añadió mientras se relamía los labios.

-Inmediatamente señor- contesté mientras me levantaba a toda velocidad con la cara roja.

Fui hasta la cocina y empecé a preparar filetes rusos y puré de patatas. A los pocos minutos de estar allí cocinado, él entró y tomó asiento en la silla, en la cual, solía comer yo.

-Sírveme algo de beber- ordenó.

-¿Te apetece una cerveza?

-Sí, está bien.

Saqué la cerveza y se la abrí antes de pasársela.

-¿Hace mucho que supiste que eras sumiso?- preguntó distraídamente.

-No sé si mucho... Fue cuando tenía quince años.

-¿Cómo lo supiste?

-Susana y yo estábamos en la misma clase, vino nueva al instituto cuando teníamos catorce años.

-Ya veo...- dijo sonriente- ¿Ella fue la primera?

-Y la única, no ha habido más chicas.

-¿Cómo fue exactamente? ¿Cómo un chico de quince años empieza a dejarse pegar por una mocosa?

-No sé... La sumisión siempre ha formado parte de mi carácter. Ella me dijo que quería salir conmigo y yo le dije que sí. A los dos meses tuvimos sexo vainilla y poco después encontré una revista BDSM debajo de su cama...

Fran se rió a pleno pulmón mientras se apartaba el pelo rubio con las manos de una forma muy sexy.

-Sí que eráis adelantaillos... Ya teníais revistas porno y todo.

-Sí...- contesté con resignación.

-Seguro que te ha tenido que costar encontrar dominantes de tu edad con tus agallas.

-No los he encontrado.