Capítulo 20

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Danielle:

Ian cierra la puerta con tanta fuerza que hace el vidrio temblar y me quedo petrificada.
Parpadeo, mirándolo marcharse y las preguntas se formulan en mi cabeza. ¿Qué pasa? Estuve contando su tiempo con Alyssa, evité interrumpirlos para no causar conflictos y para que los dos pudiéramos hablar bien... pero lo que obtengo es verlo alterado, con la respiración agitada y otra mirada.

Muerdo el interior de mi mejilla y me pregunto qué hacer. ¿Se habrá molestado por verme con Gabriel? Pero..., ¿qué preguntas son esas, Danielle? Si a ti te enerva verlo con Alyssa. Mierda. Tal vez piense que no dejaré a Gabriel después de que me mostró el engaño, pero es todo lo contrario, y necesito aclararlo, así que me armo de valor sin darle tantas vueltas a mi cabeza y decido abrir la puerta para salir de la oficina.

Camino a pasos apresurados por el pasillo, sin embargo, las puertas del elevador ya se han cerrado. Maldigo entre dientes y sin importarme que estoy en tacones bajo las escaleras de dos en dos para alcanzarlo. El arrepiento comienza a calarme, porque no debí haberle respondido de esa manera mordaz por su pregunta.

Deslizo mi mano derecha por el barandal para no caer, la respiración se me comienza a entrecortar, y los músculos de los muslos me empiezan a arder, sin embargo, no paro hasta llegar al último escalón del estacionamiento.

Aspiro una bocanada de aire para estabilizar mi respiración, pero escucho su camioneta ser encendida y movilizo mis piernas para correr, teniendo la esperanza de poder detenerlo, sin embargo, ya es demasiado tarde, porque cuando me atravieso su camioneta sale del estacionamiento a toda velocidad, dejándome parada como una idiota.

Hago una mueca de exasperación y apoyo las palmas de mis manos sobre mis rodillas, sabiendo que Ian ya no regresará, sabiendo que ya no podré explicarle nada.

¿Por qué, Ian? ¿Por qué siempre me dejas con el corazón así?

—Se fue enojado, mi señora.

Doy un respingo y poso mis ojos en el lugar donde proviene la voz, encontrando a Reyes tras de mí, en la segunda entrada subterránea al club.

—Lo sé... —susurro.

Reyes me da un leve asentimiento con lástima y yo regreso resignada al club, ahora sin ninguna prisa encima. Subo al elevador y me detengo en el piso Oro, porque siento la necesidad de servirme un trago aunque aún sea demasiado temprano.

Me acerco a la barra y me ubico tras de ella, pero mis tacones crujen. Frunzo las cejas y bajo mi mirada, encontrando el piso mojado y lleno de vidrios.

¿Qué diablos? ¿Por qué no escuché nada? Paseo mis ojos por todos los vidrios y ladeo la cabeza al ver la boquilla de una botella. No parece haber sido un accidente... parece haber sido intencional, parece como si hubieran arrojado la botella junto a un vaso. ¿Ian habrá subido enojado por esto?

Levanto mi vista, mirando el otro vaso en la barra. Ian estaba bebiendo con alguien más, y lo más seguro que con Alyssa.

Aprieto mis manos y escojo de la estantería un Whisky caro. Lo vierto en un vaso limpio y le coloco tres hielos.

Desayuno de campeones, eh. Diría el infiel.

Le doy el primer trago, pasándolo por mi garganta y formando una mueca por el sabor.

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⏰ Last updated: Mar 26 ⏰

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La mujer del Diablo. [+18]Where stories live. Discover now