Así que no, no sabía nadar, estaba segura que no tocaba el piso y que posiblemente muriera aquí porque Chanyeol cree que estoy jugando a ahogarme en risas.

—Park. —Llamé molesta.

—Kwon. —Repitió riéndose. Apreté los labios e iba lentamente hacía la orilla para volver a mi piedra, lejos de el y del agua.

O así fue hasta que una mano agarrando mi tobillo y arrastrándome más profundo, haciéndome tragar agua y por si fuera poco, no sentir aire en mis pulmones.

Al recibir el aire necesario, y toser por supuesto, y notar que estaba siendo abrazada por los fuertes brazos de Chanyeol di un suspiro, al fin respirando pero aún sintiendo el corazón en la garganta.

—Suéltame. No se nadar. No hagas eso. —Le pedí con molestia. Estaba enojándome.

—¿Estás molesta? —Preguntó en un susurro, chocando sus labios calientes en mi cuello. Quedé intacta. No dije nada. Hasta que el rió—. Cómo te dije, si estas conmigo nada va a suceder.

Chanyeol me dió un poco de espacio, en el cuál me voltee y lo miré directamente. Mientras uno de sus brazos abrazaba mi cintura con fuerza, con su mano libre empezó a peinar mi cabello.

—Sólo ríndete y ven conmigo, Sora. —Murmuró, para luego mirarme a los ojos—. Prometo que te haré feliz... Por favor.

No sabía que decir. Mientras que podía sentir su rostro acercarse más y más al mío, ya podía predecir que volvería a besarme, y que esta vez, nuevamente, lo permitiría. Porque por más veces que desee evitarlo, iba a caer una y otra vez.

—¿Qué es esto aquí? —La voz de una chica interrumpió aquel momento. Rompiendo mi burbuja, y haciéndome mirar en su dirección. Pude verla recostada en una de las piedras. Su pelo era largo y negro, su sostén tenía forma de almejas, y en su rostro mantenía una sonrisa, era muy hermosa a decir verdad— ¿Otra víctima?

—Hani, ¿Que haces aquí? —Le preguntó entonces Chanyeol a ella, que por su tono me di cuenta que no era una visita agradable.

Ella, quién volvió a sumergirse en el agua y nado hasta nosotros. Me pude dar cuenta que no poseía pies, pero si una cola de pez en cambio. ¿Una sirena? De verdad, ¿Una jodida sirena?

—Ella no es de aquí... —Pronunciaba ella mientras se acercaba a mí con interés. Intentando poner sus mano en mi.

—Aléjate,Hani. —Le advirtió Chanyeol alejándome de ella.

—¡Fuiste al otro mundo! —Ella le gritó, en su rostro podía notar enojo. Cómo si fuera molestia—.Trajiste a una humana contigo. —Al reclamarle, pude darme cuenta que sonrío. Pero su sonrisa no era tierna, o tranquila, era como una llena de maldad.

—Vámonos. —Dijo Chanyeol, esquivándola mientras me llevaba a la orilla.

—Oye, humana. —Gire mi vista hacia ella, quién solo sonrió al ver mi respuesta a su llamado—. Si no quieres, terminar en este estanque, al igual que yo, no vuelvas a este lugar... Tampoco confíes en el.

—No la escuches... —Me pidió Chanyeol con una voz profunda—. Sólo mírame a mi, créeme a mi.

Asentí, ahora asustada de lo que podía estar sucediendo.

—Este es el infierno... —Ella gritó—. Y al que tienes junto a ti, no es más que el mismo diablo.

Chanyeol tomó mi mano, arrastrándome fuera de aquel lago, lejos de aquella chica. Esa frase seguía resonando dentro de mi cabeza. No comprendía lo que sucedía. Solo estaba asustada. Demasiado asustada.

Ambos salimos del lago, empece a temblar del frío y abrazarme a mi misma al respecto. Miré una vez mas a aquella sirena; quién me miraba con una mirada extraña y divertida.

Chanyeol colocó su chaqueta sobre mis hombros para retener calor por unos momentos. El lucía serio y profundo. Su sonrisa no estaba en sus labios, cómo solían estar.

—Espero que vuelvas pronto. Me encanta hacer nuevas amigas. —Dijo ella desde atrás. La miré confundida pero Chanyeol fue moviéndome poco a poco sacándome de aquel lugar.

Al encontrarme fuera de este, mire a Chanyeol confundida.

—¿A qué se refería ella...? —Pregunté, confundida.

—No le hagas caso, simplemente. —Dijo él, seguro de sus palabras.

Con millones de preguntas, dudas y sobretodo confusión. Volvimos a entrar a su casa, yo en mi caso, estaba muerta de la vergüenza. La fiesta ya había terminado, pero sus padres y hermanas seguían ahí.

Y justo ahora, nos estaban mirando con algo de curiosidad.

—De todos los lugares, ¿Por que el lago? - Cuestionó Sandara mientras le daba una mirada de aburrimiento a su hermano.

—Le gusta lo mojado, en mi opinión. —Comentó Yoora, mientras daba una risa y se paraba de su asiento y se acercó a ambos—. Vamos, te prestaré ropa seca.

Mire a Chanyeol antes de decir o hacer algo, el miró a su hermana antes de mirarme a mí. El asintió, soltando mi mano, dejándome ir detrás de Yoora basta su habitación.

—Puedes usar lo que quieras. —Ella me respondió—. Creo que todo te puede servir. Pero si necesitas ayuda, me avisas. —Me dijo, mientras buscaba en sus cajones alguna ropa interior, me paso un juego el cual aun tenía el sello de nuevo—. Puedes tomar un baño, en el estante del baño hay toallas nuevas y secas.

—Gracias. —Le dijo, entonces ella asintió.

—Si necesitas ayuda puedes llamarme. —Ella me dijo, entonces sonrió—. También si necesitas escapar.

La miré confundida, lo cuál ella sonrió antes de irse de la habitación y dejarme ahí.



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chanyeol's pov

Caminaba nuevamente al jardín, apretando mis puños e intentando no perder la paciencia. Frustrado, me senté en la orilla del lago, respirando profundo pasando una mano por mi rostro.

—Sal de donde estés. —Le pedí, no muy paciente.

Ella salió del agua, mirándome a los ojos dándome  una sonrisa juguetona. Nadando hasta mis piernas y poniéndome sus manos sobre estas, empezando a acariciarlas con una sonrisa en el rostro.

—¿La humana donde está? Esto ya se siente vacío Channie. —Bromeó, para luego empezar a reírse de su propio chiste. Tomé la parte de atrás de su cabello, jalando esta cerca de mi, y sin importarme el daño que esto pudiera causarle—. Su-suéltame. Lo siento. Lo-lo siento.

Aún sin hacerle caso, me acerqué a ella quedando a pocos centímetros de su rostro. Ella me miraba a los ojos con dolor y miedo.

—Solo quiero que sepas algo... Y eso es fácil de saber... —Dije en un tono bajo—. Yo te traje aquí, y así cómo te traje aquí, puedo hacerte desaparecer... —Le recordé—. Así como puedo desaparecerte, puedo lentamente mirar como te destruyes, ¿Entendiste? —La miré a los ojos, cómo estos estaban llenos de lágrimas, ella asentía lentamente. La solté, haciendo que ella volviera al agua.

Me paré dando la vuelta, queriendo caminar devuelta a la casa, pero Hani volvió a hablar.

—¿No es lamentable? ¿Cómo vienes con buenas intenciones y luego haces lo peor? —Comentaba Hani desde atrás; pare en seco—, ¿Cuáles son tus intenciones con ella? ¿Condenarla a vivir esta basura? ¿Será tu esposa? ¿También le hiciste un contrato? —Sus preguntas estaban llenas de dolor—. Yo de verdad espero que... ella no termine aquí.

Di mas pasos hacía delante yéndome de allí. Yo tampoco quiero que termine aquí.

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editado, 2024

mirror ー p. chanyeolWhere stories live. Discover now