eleven

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—¿Qué sucede Sora? —Preguntó Baekhyun, una vez mas mientras se acercaba a mi, estaba ahora sentada en la sala con una botella de agua en la mano.

—Na-nada... Es solo, que había una cucaracha en el piso y me paso por el lado... —Le expliqué y Baekhyun me miró con perplejidad. El con su dedo índice movió mi cabeza a un lado y suspiró.

—Me asustaste por un momento. —Habló el, mientras volvía a la cocina.

—Perdón. —Pedí y caminé dentro de la cocina a seguir haciendo lo que hacía. Preparé la lasaña convenciéndome de lo que había visto era producto de mi cabeza, y que no era algo real. Todo era parte de mi subconsciencia. Y que no se volvería a repetir, aunque lo ultimo era mas una suplica que una afirmación.

—La lasaña esta en el horno. —Le dije a Baekhyun mientras me sentaba en el sofá a su lado—. Si me quedo dormida por tu culpa y no tomo el examen de Lee Gi Ho. Te voy a matar.

—¿Gi Ho? ¿No es el maestro que te pidió una cita? —Preguntó el arqueando una ceja.

—El no me pidió una cita, el solo me pregunto si quería ir a beber un café. —Dije corrigiéndole.

—¿No es lo mismo? —Preguntó el riendo—. Aún no creo que te hayas inscrito en su clase...

—El da buenas lecciones. —Defendí encogiéndome de los hombros.

—-Claro, Claro. —Asintió burlándose.

—Saca la lasaña del horno. —Le pedí mientras lo empujaba fuera del sillón.

—Esta caliente. No quiero quemar mis manos. —Dijo aterrado, enseñando sus manos—. ¿Y si me quemo?

—O vas, o dejas que se queme. —Le dije, cerrando mis ojos en el mueble.

—Me tienes cómo criada. —Negaba con la cabeza mientras iba a la cocina. Reí de su comentario y fui detrás de él para arreglar la mesa.




     Ya había salido de mi examen, y por suerte ya podía ir a comer. Normalmente, no desayunaba para los exámenes, porque siempre me daban náuseas antes y prefería evitar cualquier accidente.

—Aquí tienes. —Dijo la mujer mientras los colocaba sobre la barra—. Precio en la pantalla.

Sacaba mi billetera, pero alguien se había adelantado en pagar. Mire al brazo extendido y era Taehyung.

—Oh, no, no tienes que hacerlo... —Le dije, un podo avergonzada.

—Ya está hecho, ¿Quieres pagarme? Almuerza conmigo. —Dijo tomando mi bandeja y yéndose luego de darme una sonrisa y caminaba a una de las mesas del área de cafetería. Mientras que la señora de la cafetería miraba la escena con cierta emoción. Lo seguí a esa mesa y el se sentó a continuar comiendo sus varias rebanadas de pizza de vegetales.

—Siéntate. —Pidió en un tono tranquilo, el cuál hice y empecé a mirarlo—. ¿Gustas? —Preguntó señalando su pizza. Negué con la cabeza y el se encogió de los hombros.

—Gracias por pagarme la comida. —Dije mirándolo—. Pagaré la tuya en otra ocasión.

—¿Estás invitándome a salí? —Preguntó, deteniéndose a mirarme. El rubor invadió a mis mejillas y el dio una carcajada—. Esperaré por eso.

—¿Por qué...? —Pregunté con curiosidad.

—¿Por qué, qué? —Preguntó mirándome.

—¿Por que me ayudaste en la fuente? —Pregunté mientras removía el papel que cubría al sandwich.

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora