twenty three

5.2K 608 89
                                    


Chanyeol entró al estacionamiento del centro comercial, lo cuál me hizo fruncir el ceño. Si ya no tenía idea de qué esta cita podía ser, Chanyeol se había encargado de vaciar todas las opciones.

—¿Por qué luces asustada? —Preguntó riéndose—, ¿No venías aquí después de la escuela?

—No, iba a estudiar a casa. —Le respondí, lo cuál hizo a Chanyeol fruncir el ceño—. ¿Qué?

—Nada, nada. —Dijo, mientras daba una fuerte respiración.

Una vez bajamos del auto y entramos al centro comercial, las luces de los locales eran llamativas, seguía a Chanyeol entre toda la gente que había, hasta que habíamos llegado a un arcade que estaba ahí dentro. Una vez en él, noté que eran muchas luces, poca gente y demasiados juegos. Chanyeol se había encargado de conseguir los tokens, lo cuál era una bolsa enorme.

—¿Qué es todo eso? —Le pregunté, intentando no burlarme—, ¿Viviremos aquí?

—Solo por si acaso. —El aseguró, un poco avergonzado mientras—. ¿Dónde vamos primero?

—No tengo idea. —Murmuré, mientras miraba todo un poco agobiada—. Normalmente iba a dónde mi madre quería que fuéramos.

Y usualmente mis hermanos eran quienes se encargaban de jugar hasta saciarse.

—¿Segura que no tienes una opción en mente? —Preguntó, por lo cuál me encogí de hombros.

—¿En serio debo elegir? —Pregunté, el asintió—, Oh, bueno... Uhm... ¿Hockey de mesa?

—¿Sabes jugar hockey de mesa? —Chanyeol me preguntó, alzando una ceja. No, no sabía—. Vamos entonces. —Chanyeol sonrió.

Cuando llegamos a la mesa, Chanyeol me pasó uno de los discos y ponía los tokens en la máquina, para luego ponerse en su lugar. Tenía cierta idea de cómo se jugaba, solamente tenía que implementarlo.

—Tienes que hacer que el disco entre en mi lado, así anotas un punto. Luego de 5 ganas. —Me dijo, yo asentí—. El que pierda, le debe un favor al otro.

—¿Un favor? —Pregunté, frunciendo el ceño. Chanyeol asintió y así fue cómo empezamos a jugar—. Espero que no hagas trampa.

—Soy un hombre justo, Sora. —Chanyeol respondió—. Y competitivo, no voy a tener compasión contigo.

Rodé los ojos, mientras ya habíamos empezado a jugar. Intentaba coordinarme lo suficiente para no dejar que el disco llegara a mi zona. No duré mucho tiempo para que el tablero mostrara un punto a mi favor, lo cuál sorprendentemente me hizo emocionar y di algunos saltos cuando ocurrió.

—Señorita no sé jugar, ¿Me mentiste? —Chanyeol se rió mientras ponía el disco otra vez en la mesa.

—Tuve suerte. —Sora dijo, mientras intentaba ocultar su sonrisa para seguir jugando.

Había sido más intenso aún, dónde Chanyeol había anotado dos seguidas, y luego yo había anotado tres. Estábamos 4 a 3, y si yo anotaba otra ganaba el juego. Por alguna razón no quería perder ahora. Podía darme cuenta que Chanyeol era sumamente competitivo, y por alguna razón me fascinaba ver cómo estaba intentando todo lo posible para ganar.

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora