twenty one

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Chanyeol volvió a mirarme con una sonrisa en el rostro, lo cuál me hizo mirar directamente al piso.

—Se siente bien hacer esto. —Dijo mientras comía de su helado mientras aun sus dientes se mostraban en la sonrisa—. Algún día lo harás tu por tu propia voluntad. Sobre eso estoy seguro.

No pude formular una respuesta adecuada. No era la primera vez, pero la segunda vez que me besaba en lo que va del día.

—¿Cómo van los avances de preparación para enfrentar a Byunhyun? —Preguntó con normalidad.

Lo miré, esta vez con confusión. ¿Cómo podía confesar que le gustaba, besarme y, luego de eso, preguntarme por Baekhyun? ¿A caso esta loco?

—Van bien. —Contesté, un poco de mala gana mientras tomaba otra pequeña cantidad de helado mientras que miraba al tarro.

—Eso es bueno. —Pronunció el con naturalidad. Como si no le afectara nada al respecto—. Cuando vuelva de su viaje, tienes que darte prisa.

—¿Por qué? —Pregunté. Es obvio, el contrato. Respiré un poco profundo—, Todo estará bien.

Chanyeol no dijo nada mientras se paraba de su asiento.

—Vamos.

—¿Dónde?

—Un lugar secreto. —Agregó, encogiéndose de hombros con una mirada juguetona.

Me paré y lo seguí, sin saber el rumbo que esto tomaría y esperando que no hubiera otro tipo de sorpresa cómo en la heladería. Empezamos a caminar para volver a la casa, pero esta vez, no cruzamos los muros para entrar. El siguió un callejón escondido entre arboles y arbustos que llegaba a un lugar extraño.

Era un segundo lago. Dónde todo eran piedras y arboles con frutos y flores, una pequeña cascada y verdes pastos. Aunque este pudiera ser distinto, podía sentirme en paz en este jardín.

—¿Te gusta? —Preguntó él, mientras miraba el lugar sonriente. Mi sonrisa pudo ser una buena respuesta al respecto.

—Es hermoso. —Le contesté, con agrado.

—Es mejor cuando lo miras más de cerca. —Me dijo con una sonrisa traviesa. Tomando mi mano y llevándome cerca de unas piedras, donde me hizo sentar.

Ambos mirábamos la luna y las estrellas, las cuales ayudaban a iluminar el jardín y las aguas de este.

Quité mis zapatos, los cuáles estaban matándome, y aún seguía mirando todo con fascinación. Hasta que mi campo visual fue invadido por la presencia de Chanyeol, quién se había despojado de sus pertenencias y sólo poseía sus calzoncillos.

Abrí y cerré mi boca, sin saber que decir simplemente miré a mis zapatillas las cuales deje a un lado.

—Sora. —Me llamó.

—¿Qué? —Pregunté, en un tono nervioso mientras lo miraba.

—¿Tus defensas son altas? —Preguntó con curiosidad.

—¿Por que preguntas-? —Ni buen había terminado de responderle, cuando ya Chanyeol estaba abrazando mis piernas y me cargaba cómo si fuera un saco de papas—, ¿Qué haces? ¡No!

Y fue cuando Chanyeol empezó a correr, mientras yo pataleaba, lo cuál no sirvió de nada cuando nos habíamos tirado de la piedra para así caer en el agua. Por el impacto del agua, me había soltado, lo cuál el agua fría y mis músculos a punto de sufrir un espasmo, me hicieron actuar rápido.

Recordaba los veranos cuando Jiyong intentaba enseñarme y yo solo lloraba durante toda la lección, simplemente intentaba relajarme y flotar.

—Vas a morir. —Le dije a Chanyeol, molesta—. ¡Te voy a matar!

mirror ー p. chanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora