Mental Illness

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Su mirada ausente se puso en sus ojos y es cuando decidió detenerse. La sangre era demasiada y Jorg entendió que no tenia sentido seguir con todo aquello ya que si seguía era por pura furia y no para reprender al muchacho.

—Pst.— Musito entre dientes, mientras miraba su cinturón favorito de cuero repleto de manchas de sangre. —Con vos todo se arruina.

Se dio media vuelta, dejando a su hijo boca abajo en el suelo, abrió la canilla con agua caliente y empezó a limpiar en vano toda la longitud de aquel preciado pedazo de cuero trabajado a mano que probablemente terminaría en la basura.

Los gemidos de dolor de su hijo le robaron su atención, cuando vio de reojo a su hijo parado soltó todo lo que tenia y corrió a socorrerlo.

—¿En que momento pensaste que te va a hacer bien caminar? —Su hijo no le miró, no movió sus ojos del suelo. Sabia porque lo hacía, lo hacia para evitarse los golpes, porque nadie más que Jorg sabia que Bill estaba mal de la cabeza y que eso quedaba en evidencia durante los episodios de miradas fijas. Su hijo miraba de forma extraña a diferentes lugares, solía hacerlo durante tanto tiempo que a veces parecía ido. Pero lo peor de todo era que no lo podía disimular públicamente. Su hijo era un enfermo mental. Y entre más lo golpeaba, menos lo hacia, por lo que esperaba que el hábito se le corrigiera en algún momento.

Bill puso su mano en la pared para poder reposarse en ella, pero Jorg la sostuvo y la estrujó.

—¿Sos tonto o te haces? —Puso la mano delante de los ojos del menor.—¡Tenes sangre imbécil, vas a manchar la pared!

—Aaaaauuu aaaahh— Se quejaba Bill a más no poder, pero a Jorg eso no le provocaba más que violencia, porque sabia que su hijo estaba drogadisimo y que de seguro no sentía nada. Le habia encontrado droga nuevamente y como frutilla en el postre, tambien se habia dado cuenta de que habia estado tirando la comida que le mandaba para las cenar los días que el trabajaba hasta tarde.

—Me tenes harto, ¡Harto! —Mordió su labio inferior y de un movimiento brusco se lo cargó al hombro, y lo llevo escaleras arriba al baño, abrió la ducha, puso el tapón para llenar la tina y luego de sacarle el pantalón, (que era lo unico que llevaba puesto) lo revoleó dentro de esta dejándolo bajo el chorro de agua caliente.

Bill puso ambas manos en los bordes de la tina, sentía vertigo, las drogas eran fuertes y el estar sumergido en agua no le daba un buen viaje. Levanto la vista hasta los ojos de su padre, quien reposaba contra los azulejos y le miraba de brazos cruzados.

—Pts. Ayudándote con la ducha como si tuvieras 3 otra vez, quien iba a decirlo.

Jorg, sujetó el brazo izquierdo de su hijo para levantarlo y lo elevó por el aire, para poder tener mejor visión de las heridas de la espalda que él mismo había infligido sobre su piel y comenzó a enguajarlas con agua de forma suave. Bill de lo drogado que estaba no se daba ni cuenta que estaba colgando de su brazo. Jorg tenia una fuerza descomunal, no porque fuera un super heroe ni nada, toda su destreza fisica y su aspecto de fisicoculturista se debia que tenia una cadena de gimnasios y que era personal trainner.

Era un hombre en sus tardíos 40, lidiando con las consecuencias de sus acciones. Su hijo.

Todos los días se arrepentía de no haber usado preservativo esa noche, y también de no haber estado más presente en la infancia de Bill ya que siempre estuvo seguro de que algo no funciono con la crianza de Simone. 

Terminó de limpiar la espalda de su hijo pero notó el agua totalmente roja, por lo que sacó el tapón de la tina y observó el cuerpo de su hijo. Tenia sangre en el resto del cuerpo, sujetó la esponja y sin tocar su espalda comenzó a pasarla por cada centimetro de su piel. Con sostenerlo de un brazo le era suficiente, lo movia de aca para alla a su gusto porque su hijo era liviano como una pluma ya que tenia anorexia y no comia nada.

-Fear-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora