—Oh, tu habitación. —Dije, mirando todo mi entorno con más atención.

—¿Te gusta? —Preguntó curioso, mientras me miraba dando una sonrisa.

—Es linda. —Respondí, caminando a un estante que tenía varias fotografías. Siendo la de un niño, con mejillas enormes y gafas abrazaba a un hurón. Sonreía mientras la tomaba en mis manos—. ¿Este eres tú Chanyeol?

Chanyeol dio pasos rápidos hacía mi y me la arrebató de las manos avergonzado, lo cuál me dio risa.

—Eso no... —Dijo él, cubriéndola avergonzado.

—Eras tierno, ¿Qué te pasó? —Le pregunté, lo cuál lo hizo fruncir el ceño—. Le dices a ese niño que en el futuro se la pasa creando maldiciones a la gente y creo que llora.

—Que graciosa Sora, deberías considerar abrir un curso de comedia. —Chanyeol dijo con sarcasmo, lo cuál me hizo rodar los ojos—. Mi familia está un poco loca.

—Define loca. —Le pedí.

—Creen que eres, bueno, que somos... una pareja. —Chanyeol me informó.

—Oh.

Oh.

—Si sospechan que no es así, son capaces de hacer un espectáculo. —Agregó, lo cuál me hizo fruncir el ceño—. Así que... si estás dispuesta a devolver el favor de la vez en tu casa...

—Oh, bien, está bien. —Asentí—. Intentaré no hacer un desastre.

—Sólo actúa cómo si de verdad me quieres. —Chanyeol pidió—. Imagina que... Imagina que soy Baekhyun por unas horas.

No dije nada al respecto, aunque por la expresión en el rostro de Chanyeol, esta simple tarea parecía ser importante para él. Cómo si de esto se tratara su vida, y este simple favor podía ponerlo en riesgo, así como pedirlo herirlo.

—Mejor bajemos. —Dijo él, caminando a la puerta y abriéndola.

Dónde musica, risas y conversaciones eran formadas abajo. Caminé detrás de él, dónde podía ver mejor la casa. No era una casa cualquiera, esto se trataba de una mansión. Dónde una orquesta ofrecía un concierto en vivo, meseros caminaban alrededor sirviendo champán, vino, canapés y tapas a todos los invitados, que al igual que nosotros vestían de blanco.

Pude sentir la mano de Chanyeol sobre mi espalda, guiándome por los espacios de aquella fiesta. Mientras yo miraba todo, intentando lucir sorprendida, todos me miraban con curiosidad y atención. Pude percibir uno que otro comentario sobre quién era, qué hacía o de dónde había salido. Pero nada de eso importó hasta que habíamos encontrado el salón adecuado, donde una larga mesa en la cuál frutas, flores, velas y pequeña estatuillas estaban siendo mostradas.

Pero en el momento en que el nudo en mi estómago se hizo presente, fue cuando estábamos acercando a cuatro personas que se encontraban en la mesa. Un hombre con rasgos parecidos a Chanyeol, igual de alto pero más maduro tenía en sus manos un vaso de whisky, y a su lado tres hermosas mujeres, que al igual que Chanyeol compartían sus ojos.

—Oh, llegaste. —Dijo una de ellas con una sonrisa de visible alegría en el rostro mientras se acercaba, Chanyeol quitó su mano de mi espalda mientras la recibía con un abrazo—. Me alegra verte otra vez, ahora con... ¿Una invitada? —Dijo mirándome con una sonrisa aún más grande.

—No hagas una escena, Yoora. —Le pidió en un tono bajo.

—Veo que trajiste una invitada. —Comentó ahora a quién asumí que era su madre, quién mantenía una sonrisa dulce.

mirror ー p. chanyeolWhere stories live. Discover now