El final de una soñadora

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La posada de Oxford, no solo gana ingresos con los viajeros y con las prostitutas, sino también con el castillo de Colina Águila. A cada mes, el encargado manda un carromato lleno de alimentos y bebidas allí. Dana se ofreció en ese momento a formar parte de los trabajadores de la posada que llevarían el cargamento al castillo y para su superior y compañeros, el ofrecimiento no causó gran sospecha, ya que ella ha cumplido muchos trabajos con bien, por lo que no sería la primera vez que iría al castillo, aunque no suele hacerlo.

Ya las instrucciones de Cole estaban dichas y grabadas, por lo que el único peligro sería ser descubierta: no pasaría nada si actuaba con normalidad y no llamaba la atención. En pos de lo anterior, Dana se vistió con holgados y cubiertos ropajes de campesina, amarrándose el cabello con una coleta baja: con esa apariencia sencilla y hogareña, esperaba no llamar la atención por parte de ciertos clientes del castillo a donde se dirigía.

Era una tarde tranquila, cuando ocupando el interior de un carromato, se dirigía a Colina Águila, charlando amenamente con sus compañeros, quienes desconocían sus intenciones y planes: nadie se dio cuenta que ella chequeó el saquito de su dinero que colgaba del cinturón y no lo hizo mucho, para no levantar ni un ápice de sospecha.

Colina Águila debe su nombre a que dicha ave es recurrente en las tierras de la familia de lord Wexford, aunque también hay milanos en los cielos y ambas aves son comunes en las tierras de Colín y Thomas. El castillo se alza en una colina, que pese a no ser ni muy pequeña, ni muy grande, es escarpada por el lado norte y empinada por el oeste y este, así que su empedrado camino de acceso está ubicado en el sur, conectando el sendero trillado con la falda de la colina, yendo de allí en línea recta al castillo alzado a una docena de metros sobre el suelo.

La forma de la loma y el ángulo de ascenso del camino empedrado, hacen difícil el acceso para un carromato cargado, así que para no sobre esforzar los caballos, la familia de lord Wexford permite que los alimentos, víveres y demás ingresos materiales que entran al castillo, lo hagan cargados por hombres.

La tarea anterior la cumplirían los acompañantes de Dana, mientras que ella, con papel, pluma y tintero, consultaría con el mayordomo del castillo para entregar el pergamino donde se informa del contenido de lo entregado y también para recibir el dinero a cambio.

Fue así que la mujer de cabello color chocolate accedió a Colina Águila, un castillo de tres muros conformando la muralla, que parecía un triángulo, con torreones en las esquinas. En la entrada, ubicada en el centro de la línea sur de la muralla, Dana y sus acompañantes esperaron, ya que los Soldados imperiales del umbral, indicaron que se llamaría al mayordomo.

La gente que ese día pediría consulta con el señor feudal de esas tierras, seguía haciendo una cola que iba desde la derecha de la entrada a las cercanías del torreón esquinero del este, ya que pese a la forma de la colina, el suelo a 3 metros más allá de la muralla, era muy plano. Dana no prestó mucha atención a las personas, ya que seguía pensando en los pasos a seguir y por dentro, la aprensión del peligro era una amenaza latente, la cual se asentó más cuando le dieron paso a ella y sus acompañantes.

Después de la doble puerta de hierro, que era la única entrada al recinto, se tenía una vista directa al edificio principal, una estructura cuadrada, con la torre de homenaje en el centro. Había otra puerta doble en la edificación, pero esta de la talla de dos puertas comunes y custodiadas por los guardias personales de la familia de Wexford.

Ese par de guerreros descollaban de los Soldados imperiales, ya que en la frente de los yelmos había grabados que simulaban la cabeza de un águila en la frente, con alas en la zona que protege las mejillas. Las hombreras también tiene grabados, simulando estos las plumas en las alas de un ave y las guardas de las espadas también tiene forma de pluma: la vara de las lanzas son castañas, lo mismo que los ropajes de combate bajo la armadura y las capas amarillas a la tonalidad de un sol veraniego, con la figura de 3 plumas de águila alineadas como un triángulo.

En las Garras de la BrujaWhere stories live. Discover now