Inefable🖤 [Matheo Riddle]

Capítulo 33

MATTHEO POV

Tanto Zabini como yo necesitábamos curarnos las heridas. Pansy se encargaba de curárselas a Zabini, y ahora yo me encontraba con TN delante mientras presionaba con una gasa sobre la parte superior de mi ceja.

-¡Auch! -me quejé y ella apartó su mano con rapidez.

-Lo siento. -era de las pocas veces que ella se disculpaba. Luego con lentitud aproximó de nuevo la gasa sobre mi rostro.

Había tensión entre nosotros mientras me sanaba las heridas pues no habíamos hablado sobre lo nuestro y estaba todo muy confuso. Pero antes de eso quería reprocharle algo que me mantuvo muy preocupado.

-¿Por qué no me obedeciste? -ella me miró sorprendida al haber roto el silencio de aquella forma. -Te dije que me esperaras en el cuartillo. ¿Tanto te costaba? -ella continuaba haciendo su trabajo pero supe que me estaba escuchando.

-¿Qué querías que me quedara de brazos cruzados esperando a que matasen a personas a las que quiero? -no sabía si yo me incluía en esas personas pero de todas formas mi corazón se aceleró al escucharla tan valiente y decidida.

-Podrías haber.. -no pude terminar la frase de lo dura que sería. Es que ni quería imaginar aquello porque sino el que moriría sería yo.

-Pero no ha pasado. -terminó de curarme la herida dejando la gasa a un lado y luego me miró fijamente a los ojos. Esos ojos negros los que por un momento pensé que no me mirarían jamás.

Ella me apartó la mirada mientras trataba de recoger los utensilios con los que me había atendido pero yo tomé su barbilla inclinando su cabeza para que me mirara de nuevo.

-Princesa. -la noté tensarse ante lo que dije, eso me hizo esbozar media sonrisa. Comencé a acariciar sus mejillas con la yema de mis dedos y ella tragón con dificultad y algo nerviosa. -No quiero separarme de ti nunca más. -confesé.

No lo esperaba pero TN no dijo nada solo se avanzó sobre mí y me abrazó. Me cogió por sorpresa, al principio no reaccioné pero al cabo de unos segundos la atrapé entre mis brazos. Pude sentir su corazón encogido en mi pecho mientras sollozaba de manera silenciosa. Joder. No podía soportar que llorara. Al cabo de unos segundos se apartó de mi abrazo y yo limpié sus lágrimas con la yema de mis dedos de manera delicada. Sus ojos cristalizados estaban clavados en los míos.

-No me separes más de ti, Mattheo. Luchemos juntos pero no me encierres en un lugar en el que no tengo ni puta idea de si te han matado o no. Por favor. Prométemelo. -me suplicaba y aunque me asustara el hecho de que estuviera expuesta ante los mortífagos, era su decisión y yo no podía retenerla.

-Te lo prometo. -asentí y sentí como poco a poco ella se acercaba a mis labios hasta fundirlos en un beso. Un beso de anhelo y de cariño. Se sintió reconfortante. Al apartarnos del beso, noté que ella quería decirme algo más.

-Quiero hablar contigo sobre algo. -dijo muy tensa pero por su expresión dudaba que fuera algo malo. Aún así tenía curiosidad. -Pero me gustaría hacerlo después de la guerra.

-¡No! -salté sin siquiera dejarla terminar la frase. -¿Para que esperar? Dímelo ahora, princesa. -le supliqué porque no podíamos dejarlo para más tarde. Ella parecía dudosa pero entonces alguien nos interrumpió.

-Listo. Tenemos que volver a salir. -fue Zabini y en ese momento quería arrancarle la cabeza pero luego recordé todas las veces que me había salvado la puta vida de algunos mortífagos durante la batalla y se me pasaba.

Finalmente, TN no pudo contarme eso que quería decirme así que lo dejamos para después. La verdad que eso fue otro punto de motivación para luchar y ganar esa guerra. Estaba deseando de encontrar a mi padre y matarlo al fin. Sabía que aunque se hubiera escapado del bosque, aún seguía cerca porque mi alma estaba vinculada con la suya y podía sentirlo. Juraría que estaba escondido en el castillo.