Inefable🖤 [Matheo Riddle]

Capítulo 20

Holaaa, hacía tiempo que no dejaba una notita por aquí. Os extrañará que suba dos capítulos seguidos pero veía una tontería que teniéndolos escritos no os lo publique ya. Este es mi regalo de fin de año, capítulo doble. 

Espero que os esté gustando la historia y no olvidéis comentar lo que os parece que a mí me gusta leeros.

Muchas gracias por todo el apoyo y que disfrutéis del capítulo.

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TN POV

Paz, tranquilidad, risas de fondo, un día soleado y amigos.

Jamás imaginé que algún día iba a sentirme cómoda de semejante forma. Pasando un día de primavera en el lago junto a mis amigos, los cuales nunca me habría imaginado considerarlos como amigos, y mi novio. Este si que no lo imaginaba.

Theo, Lizzy, Mattheo y yo pasábamos un día en el lago.

Los meses pasaron y mi relación con Mattheo cada vez era más unida y cada vez más fuerte. Ahora disfrutábamos de un precioso sábado de primavera. Su padre no nos volvió a molestar. Mattheo ya no vivía con él y a mí no me había vuelto a atacar aunque seguía en alerta por si esto ocurría. 

No sabíamos que estaría tramando. Yo pensé que encontraría algún otro objetivo más importante a quien arruinar la vida pero Mattheo seguía empeñado en que tuviera cuidado porque seguro Voldemort estaría preparando una maravillosa jugada para hacerme daño.

Mattheo se empeñaba en que nos largásemos a otra ciudad a escondernos de él pero yo no podría arriesgar todo por eso. Mattheo debía completar sus estudios y una vez finalizados, nos iríamos lejos a vivir juntos. No le tenía miedo a Voldemort, nunca lo tuve de hecho, pero ahora mucho menos. Desde que estaba con Mattheo me sentía más fuerte que nunca y me sentía protegida a su lado aunque por otra parte sentía una responsabilidad a aparte porque aunque se empeñara con su típica frase bicho malo nunca muere, sabía que él era un sol y de alguna manera u otra tenía que protegerlo. Decía que su padre jamás podría hacerle daño pero igualmente no me quedaba tranquila.

Ese mediodía me encontraba sentada sobre la fina hierba que había sobre el suelo. Estaba leyendo un libro con la espalda apoyada sobre el tronco del árbol que más sombra daba, uno de esos de romance que Mattheo me recomendaba. No solía gustarme demasiado pero como dejaba anotaciones entre algunas frases que me dedicaba, merecía la pena. Él decía que no pero era el tío más romántico y cursi del mundo. Nunca me habían gustado esas cosas pero cuando era él quien me las dedicaba me parecía maravilloso.

Por otra parte, Mattheo jugaba en el agua con una pelota mientras se la pasaba a Theo y Theo a Lizzy. Yo estaba jugando con ellos hasta hace un rato pero me cansé y quise leer un poco para relajarme. Aunque realmente no conseguía encontrar concentración, mi vista no hacía más que desviarse hacia Mattheo. Joder, es que lanzando la pelota sin camiseta, hacía que se le notasen sus marcados músculos a la vez que las venas de sus brazos. Menudo contenido visual.

De repente, cerré el libro al ver como Lizzy se salía del agua y cogía la toalla para sentarse a mi lado. Ella no dejaba de reír mirando a Theo. Se veía realmente estúpida cuando lo miraba. Rezaba porque yo no me viese de esa forma.

-Parecen niños pequeños jugando. -comentó y entonces yo sonreí y observé como Mattheo se picaba con Theo intentando marcarle un gol con la pelota. De reojo, vi como Lizzy me miraba. -Pegáis mucho. -la miré. Que me lo dijera me gustó.