Capítulo 17

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TN POV

Y en ese momento, era cuando más me lamentaba por no haber valorado lo que tenía en el pasado. Tenía que haber valorado más el hecho de poder respirar sin dificultad alguna. Odiaba estar enferma joder, y no poder respirar con facilidad. No sé como pero tal vez el repentino cambio de tiempo al invierno había afectado a mis defensas y ahora tenía una especie de gripe.

Muchos alumnos de Hogwarts estaban enfermos al igual que yo. Normal, estábamos muy cerca de la Navidad y no dejaba de nevar. Tendría que haberme abrigado más. 

En fin, la cosa era que el trimestre estaba a punto de terminar y yo hacía todo lo posible por aprobar pero hoy era uno de esos exámenes finales y no pude asistir. Mi cuerpo no me lo permitía. Esa mañana desperté con fiebre y Pansy me aconsejó quedarme en la cama.

Mientras todos estaban haciendo el examen, yo me quedé en la cama descansando y esperando a que el efecto de la poción de la Señorita Pomfrey funcionase. Mientras tanto, estaba fatal tosiendo y me dolía mucho la cabeza. 

De repente, alguien tocó la puerta y yo incliné un poco mi cabeza y fruncí el ceño. Pensaba que todos estaban haciendo el examen. Dudaba que fuese Pansy quien estuviese ahí porque ella no querría perderse el examen por nada del mundo. Era muy importante para ella. Tampoco creía que fuese Mattheo ya que siempre que él venía a verme ni siquiera tocaba la puerta, abría de una sin avisar. 

Volvieron a tocar la puerta. Joder, iba a tener que levantarme.

Sin ganas, me levanté de la cama y fui hacia la puerta para abrir. Cuando lo hice, no había nadie. En serio no estaba yo para aguantar bromitas de nadie. 

-¡Capullos! -dije asomando mi cabeza hacia fuera pero en ningún lado del pasillo había nadie. Luego rodeé mis ojos, me adentré en la habitación y estaba a punto de cerrar la puerta de nuevo pero entonces vi algo en el suelo. 

¿Flores? 

Sí, flores.

Me agaché para cogerlas y eran rosas rojas. Mis favoritas al igual que las negras. Era un ramo grandecito. Las olí y había una mezcla entre rosas y perfume, un perfume muy conocido. Sonreí al recordarlo. Mattheo. 

Vi que entre ellas había una notita. La cogí y la abrí, ya que estaba doblada, para leerla.

No te separes de ellas, te sentirás mejor. 

Para mi princesa,

M.R

Sonreí como una tonta. Él no estaba conmigo pero había sido todo un detalle de su parte aunque no tenía claro aún como las flores me iban a hacer sentir mejor en cuanto a salud porque de ánimos me subieron muchísimo.

Cuando cerré la puerta y me di la vuelta para ir a colocar las flores sobre mi mesa de estudio, entonces pegué un salto del susto. Mattheo estaba en la ventana. Dio toquecitos para que la abriese. Estaba loco..

La abrí y al verlo con una gran sonrisa me reí. Él en seguida entró.

-¿No puedes entrar por la puerta como una persona normal? -inquirí entre risas.

-Yo no soy normal, princesita. -me guiñó el ojo y entró hasta adentrarse en la habitación. Yo quedé frente a él una vez dejé las rosas en la mesa. 

-Son preciosas. -dije señalando a las flores.

-Sí. -me apartó un mechón de pelo de mi frente colocándolo detrás de la oreja. -Pero no más que tú, princesa. -el brillo de su mirada me hacía sentir la mujer más afortunada del mundo. -Las flores están hechizadas con un encantamiento que te ayudará a respirar mejor. -me dijo mientras me acariciaba el pelo. Ahora me cuadraba todo..

Inefable🖤 [Matheo Riddle]Where stories live. Discover now