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CAPITULO 29

Debió saber que algo andaba mal con Jim cuando este muy nervioso no dejaba de hablar de Pam, era como si la pelirroja de nuevo hubiera logrado capturar una parte de su corazón, o como si solo ese amor que sentía por Pamela hubiera invernado casi un año. 

-Hace tiempo que no la veo, pero me manda postales desde donde sea que este, ahora está en Francia dice que algún día deberíamos ir. 

-A mi también me manda cartas Jim.

-¿Ah sí?- parecía sorprendido pero también dolido de que no fuera el único.- la extraño, realmente extraño a Pam. ¿tu no?

-Dice que no volverá. 

-No creo, ni siquiera ha abierto la boutique aún, no se invierte tanto tiempo, esfuerzo y dinero para nunca abrir algo, va volver.- Jim lo dijo totalmente esperanzado como si anhelara volver a ver a la pelirroja.

-¿Crees que volverá? dice que su conde la trata como una verdadera reina.

-Podrá amar a Pamela, pero no la conoce, no realmente, solamente yo hago eso, volvera. 

-¿Quieres volver con ella?

-Siempre hemos estado juntos, siempre, nos pertenecemos Avy, por eso mismo sé que volverá, por la conexión tan profunda que tenemos. 

Jim nunca debió decir eso, no enfrente de Avery que había pensado que Jim ahora únicamente la quería a ella, que había olvidado todo lo demás.

-Entonces volvera- se limitó a contestar. 

-Sí, tal vez debería ir llevándome algunas cosas a su casa. 

-¿Vas a vivir con ella?- preguntó con la garganta seca. 

-Pero sí siempre hemos vivido juntos, Avy, ¿que cosas dices?

Jim era cruel pensó Avery, no sabía si lo hacía a propósito con lastimarla o simplemente no lo entendía, pero algo que estaba segura es que Jim era cruel.

....

Cuando Avery despertó no encontró a Jim del otro lado de la cama se sintió muy triste pero para nada sorprendida, Morrison llevaba días sin dormir en su casa, es más había escuchado por los amigos de Jim que iban a visitarla a su casa como si se tratará ahora de una residencia en común que este había vuelto a su antigua habitación de motel. ¿Por qué? No había razón, en la acciones de Jim nuna había una clase de lógica o explicación, eran tan inexplicables sus decisiones que era como intentar adivinar el resultado en un juego de azar.

Pensó en Jim esperando con ansías el regreso de Pam, y también en su amiga que se había ido por meses con su amorío ¿acaso lo había hecho apropósito? Tal vez la pelirroja sabía que si se iba lejos, Jim la extrañaría recordaría todos los momento que compartían juntos. 

Así que al despertarse y encontrarse con personas desconocidas en su sala no fue mucha sorpresa, simplemente le dió de comer a sus perros, y bebió una taza de café, mientras escuchaba la radio, escuchó que alguien tocaba la puerta cuando la abrió se encontró con Bill. 

-Buenos días. 

-Avery estaba buscando a Jim.

-No está aquí, y no sé donde está.- contestó le dolía admitirlo frente a él, por lo que habían tenido, porque este había estado enamorado de ella, y lo había rechazado. 

Bill se le quedó mirando ¿Acaso estaba pensando en lo felices que hubieran sido juntos si tan solo ella no lo hubiera rechazado? ¿O tal vez buscaba que se disculpara ante él admitiera que elegir a Morrison sobre él había sido un error? 

-Pues si lo vez dile...- fue interrumpido cuando Avery se lanzó a besarlo.

Avery se sentía tan sola, tan triste, que necesitaba alguien como Bill que le subiera el animo, no le importaba si lo estaba usando solo necesitaba que alguien la amara o al menos que le diera un poco de cariño, porque Jim la había dejado, y ahora se sentía completamente sola, tan sola. 

...

No sabía que debía sentir pero desde luego no se sintió mejor cuando Bill cayó en su lado sintiéndose satisfecho, y enterraba su rostro en el hueco de su cuello, asegurándole que la amaba, y que nunca iba amar a alguien como amaba en ese momento.

-Avery Holzman si aceptarás estar conmigo te haría la mujer más feliz del mundo, nunca te decepcionaré .- le prometió el rubio. 

-Es Hills.

-¿Qué?

-Es Avery Hills.

-Pensé que Jac te había...

-Me gusta más Hills- terminó mientras se daba la vuelta. - ¿Entonces que piensas de mi propuesta, Avery Hills?- no le hubiera preguntado eso sino estuviera seguro de que la rubia había tenido suficiente de Morrison. 

La promesa de hacerla la mujer más feliz del mundo no era sincera, la única persona que podría nunca la haría feliz, siempre terminaba por abandonarla o descepcionarla, todo lo demás parecían promesas vacías, dulces palabras para embaucarla. Se dió la vuelta para mirarlo a los ojos, que le imploraban un sí de su parte, ella acarició su mejilla con delicadeza.

-Eres la mujer más hermosa que he visto. - le respondió pasando su mano por sus caderas. 

-Bill has malinterpretado todo esto, yo solo, quiero estar contigo un rato, no quiero salir contigo.- soltó cruelmente notó en la mirada de él como algo en su interior se rompía con su rechazo ¿acaso ponía esa misma expresión en el rostro cada vez que Jim le rompía el corazón? ¿Cómo podía hacerlo sin sentirse remotamente culpable que ahora que se lo hacía Bill se sentía una persona horrible.- Lo lamento, no quiero nada serio, espero que lo entiendas, si quieres pasar el rato podemos hacerlo, nada más. 

Estaba intentando ser tan fría como Jim ¿le estaría saliendo el papel? O solo estaba queriendo vengarse en alguien, aunque esa persona no se lo mereciera en absoluto, porque Bill no se merecía aquel trato nunca había sido malo con ella, siempre la había tratado con respeto, en las giras era con quién mas convivía.

-Siempre pensé que eras más dulce, más delicada, más considerada, nunca pensé que fuera de la clase de mujeres que juegan con lo sentimientos de los otros.- repuso Bill mientras se alejaba de ella se empezaba a poner su ropa. 

-Quise ser sincera, no quiero ilusionarte con falsas promesas yo no quiero nada serio. 

-¿me estas tratando como Jim te trata a tí? Porque sí es así debo decirte que es una mierda de persona, y por lo tanto tu también lo estas haciendo.

Tal vez tiempo atrás eso le hubiera dolido el alma, que alguien la llamará así, que alguien pudiera considerarla una mala persona, pero ahora, ahora le importaba poco.

-Bill solo no quería llenarte de falsas promesas, y ya, te ofrezco todo lo que puedo darte, ojala pudiera corresponderte pero la realidad es que no, así que toma o deja mi propuesta pero no me insultes en mi cama. 

-Dios Avery no sé que te ha hecho Jim, pero ha logrado manchar tu espíritu de una manera tan profunda que no tiene reparo. 

Tal vez Jim había por fin logrado romperla, o tal vez siempre había estado solo que se había negado a verlo, en realidad su alma ya estaba manchada desde que encontró a su madre muerta por culpa de su padre. 

Gracias por leer

Unhappy Girl (Jim Morrison)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora