CAPITULO 6
Aunque ahora que había terminado de grabar el álbum la banda ya no venía tan seguido a los estudios Avery no había dejado de ver a Jim ya que este frecuentaba su departamento, no tan seguido como deseaba, pero si lo veía de vez en cuando por lo menos una vez a la semana, Avery sabía que veía a varias mujeres más pero prefería fingir que no lo sabía porque tampoco estaba segura de que hacer con él, porque Jim era intenso, y era un auténtico desastre, no tenía idea de que haría si este enfocara todas sus energías en ella, y también no sabía si dejaría a todas si se lo pedía, era cobarde lo sabía.
Pero le gustaba estar con Jim por primera vez sentía que este la entendía, y que a su lado podía ser ella misma, aún le costaba abrirse a él pero sentía como a poco iba agarrando confianza, y era cuando tenía charlas profundas, e incluso un par de veces le había recitado algunos versos de sus poemas aunque se había mostrado algo tímido e inseguro.
Mientras Avery dormía profundamente en su cama la despertó un fuerte olor a humo, se puso su bata sobre el pijama asustado ya que el humo entraba por la parte de debajo de la puerta de su habitación, cuando salió vio a Jim mirando las cortinas de su apartamento, parecía como si se encontrara hipnotizado ya que no se movía a pesar del calor, el humo y la cercanía.
-¡Jim!- lo llamó mientras lo sacudía del hombro.
-¿Que te pasa?- preguntó indignado, al verlo a los ojos Avery notó que no parecían los de él, sino que era como si estuviera más lejos.
-dios mío, hay que salir de aquí- dijo mientras lo jalaba del brazo ya que no parecía muy reacio a moverse.
Salieron al pasillo y algunos vecinos también comenzaban a salir, Avery comenzó a toser mientras intentaba no entrar en pánico, una vecina le informó que había llamado a los bomberos, que no tardaron en llegar, Avy no paraba de mirar el edifico nerviosa, mientras que Jim parecía estar perdido en su propio mundo, no era tonta sabía que tomaba drogas, y había escuchado en las conversaciones de sus compañeros que últimamente Jim tomaba muchos alucinógenos, y aunque antes lo había visto borracho, no lo había visto drogado parecía muy diferente.
-¿Por qué lo hiciste?- le preguntó a Morrison intentando buscar un respuesta.
Este se encogió de hombros, esperó un par de horas casi había amanecido cuando la dejaron volver a su apartamento por sus cosas, aunque habían declarado que el daño había sido demasiado que no podría dormir ahí, los bomberos los miraron mal ya que no creyeron la historia del incendio accidental, pero cuando entró todo estaba hecho un desastre sus cortinas completamente destrozadas, sus cosas revueltas, sus muebles desacomodados, el suelo quemado, abrió la boca incrédula.
Comenzó a recoger su ropa, y algunas cosas que habían sobrevivido al desastre, mientras sentía una fuerte presión en el pecho no sabía si quería gritar o llorar, o echar a Jim a patadas, mientras veía que su hogar durante un año había quedado completamente desecho por la culpa del rizado, entonces Jim que parecía ya estar un poco más en sí, le empezó a ayudar a recoger algunas cosas, intentó ponerle una mano sobre el hombro para consolarla pero Avery lo apartó.
-¿Cómo le explicaré esto a mi padre?- preguntó con la garganta hecha un nudo, sabía que Jac seguía viéndola como una niña indefensa, ahora si volvía a casa comprobaría su teoría de que no podía cuidarse sola, no quería volver apenada pidiendo que la dejara dormir en su antigua habitación porque solo estaría comprobando su teoría.- ¿Dónde me quedaré? ¿Por qué hiciste esto Jim?
-No te preocupes Avy, iremos a casa de Pam.
¿Estaba loco? ¿Ir a la casa de su novia? Jim si que había perdido la cabeza.
-No es conveniente Jim.
-¿Por qué no? Dices que no quieres volver a casa de Jac, Pamela no vive muy lejos de aquí.
-Porque tu y yo tenemos algo... y Pamela es tu novia, no le voy agradar.- respondió algo avergonzada nunca pensó estar en una situación así en su vida.
-No le importa créeme, incluso yo conozco a uno de sus amantes, un tipo agradable un día me invitó unas cervezas.
Avery se quedó mirándolo con incredulidad con Jim no se sabía cuando estaba hablando en serio, y cuando todo era una broma, siempre decía todo en un tono tan serio que se volvía difícil de diferenciar.
-No Jim.
-Te va agradar, además hace los mejores desayunos, en realidad me gustaría que se conozcan, son muy diferentes pero algo me dice que se llevaran bien. - sintió como este pasaba una mano por su mejilla intentó besarla pero lo esquivó sintió como sus labios terminaban sobre su mejilla.- Avy por favor no sea así, fue un accidente.
-No me lo pareció.
-¿No me vas a besar? ¿no vas a dejar que te bese?
-Jim si supieras lo enojada que estoy contigo por dentro te alejarías de mi.
Eso pareció interesarle a Jim en vez de alejarlo.
-¿Qué tan enojada? ¿Deseas gritarme? ¿deseas golpearme? ¿abofetearme? ¿Qué quieres hacerme Avery?- intentó acariciar su cuello pero de nuevo Avery se apartó, pero este se acercó a ella le susurró en el oído.- Hazlo Avy, lo que sea que quieres hacerme hazlo, no me molestaré.
-No.- respondió seca, sabiendo que hablaba en serio pero también sabiendo que ceder a su furia solo conseguiría satisfacer el deseo extraño de Jim.
-Dejaría que me hicieras lo que quieras.
Avy no se dejó convencer tan fácil de ir a casa de Pam mientras seguía empacando las cosas que habían quedado intactas Jim insistía, al final insistió tanto que por fin cedió sabiendo que podía ser una pésima idea, en realidad cuando se encontraba en frente de la casa de su novia se quiso hacer para atrás, pero era demasiado tarde porque Jim ya había tocado la puerta.
-¡Jim! Has vuelto, sabía que volverías, nunca te puedes mantener mucho tiempo lejos de mi.
-No puedo, pero tu tampoco.
La pelirroja rodeaba a Jim con sus brazos mientras se acercaba a besarlo, pero se detuvo al darse cuenta de la pequeña rubia que estaba a sus espaldas y desviaba la mirada incomoda además de que parecía un ciervo a punto de salir corriendo.
-Pero ¿Quién es ella?
-Así, Pam te presento a Avy, Avy ella es Pam, quemé su departamento y no tiene a donde ir.
-Pero Jim eso es de muy mal gusto- lo regañó pero al mismo tiempo no parecía sorprendido ni enojada.- Parece que no le agrado a ella, Jim.
-No te preocupes Pam, Avy tenía esa misma cara cuando nos conocimos, pero es bastante linda.
Pamela la miró mientras la analizaba su mirada no era agresiva pero tampoco parecía ser del todo amable, pero al final una sonrisa que iluminó su rostro apareció asintió mientras volteaba a ver a Jim:
-Parece que es limpia y que no ocupa mucho espacio, se puede quedar.
-Pronto encontraré otro lugar.- se adelantó Avery superando su tímidez- pero gracias.
-No pareces ocupar mucho espacio, no te preocupes.
Avery pasó a la casa tímidamente notó que Jim parecía querer hablar con ella pero esquivó la mirada e hizo todo lo posible para no hablar con él, porque estaba enojada por quemar su departamento, además de que no le parecía adecuado mantener alguna intimidad mientras vivía en la casa de Pamela aunque parecía que Jim decía la verdad porque no parecía molestarle.
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